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El Gobierno ‘aparca’ el basurero nuclear hasta 2016 para evitar más ruido en campaña electoral

Cospedal, Soria, el alcalde de Villar de Cañas y el ex presidente de Enresa, en una visita al emplazamiento elegido para construir el ATC.

Se ha hecho porque así lo marcan los tiempos jurídicos, pero será el último movimiento del actual Gobierno para que el proyecto del basurero nuclear de Villar de Cañas siga su curso.

Tal y como estaba previsto, el Ejecutivo ha presentado un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha contra la decisión del presidente regional, Emiliano García-Page, de ampliar la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Laguna de El Hito, para que ésta acoja los terrenos en los que se quiere construir el basurero, impidiendo que esto ocurra por estar bajo protección medioambiental.

El Gobierno central ha pedido como medida cautelar que se suspenda el acuerdo para la ampliación de este espacio protegido, pero ya no quiere hacer más ruido.

El Gobierno no quiere que el tema nuclear enturbie su giro social de cara a las elecciones: más renovables, lucha contra la pobreza energética, no a los cortes de luz y gas en invierno y bajada del recibo eléctrico justo antes del 20-D

El tema nuclear siempre es polémico y más en campaña electoral, en un momento en el que el PP anda como loco por captar a votantes moderados de centro con promesas más propias de partidos del arco socialdemócrata.

El Ejecutivo, tras años aplicando marcadas políticas antirrenovables, se ha vuelto ahora pro energías verdes y ha prometido la construcción de un buen número de nuevos megavatios. También está proponiendo medidas para luchar contra la pobreza energética y evitar los cortes de luz y gas a los hogares que no paguen en pleno invierno.

Y por supuesto, como adelantó este diario, Industria prepara una importante bajada del recibo de la luz en plena campaña electoral.

Este giro electoralista de marcado carácter social no puede verse empañado en plena precampaña con nuevas polémicas sobre el cementerio nuclear.

Es un tema que tradicionalmente ha generado rechazo en la mayoría de la opinión pública. “El tema nuclear no vende nada, y menos en campaña, por muy necesario que sea para el futuro de España la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC)”, señala una fuente consultada.

Así que aquí cualquier avance que se vaya a producir en el desarrollo del basurero conquense tendrá que esperar a 2016, ya con el nuevo Gobierno formado.

Ha pasado un año desde que Enresa seleccionó ocho ofertas para el macrocontrato de las obras del ATC, pero el proceso está parado y hay orden de no desempolvarlo ahora

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que ya concedió una polémica autorización previa para el comienzo de las obras, no prevé tomar ninguna decisión sobre el ATC en lo que resta de año. El Consejo está a la espera de que estén terminados los nuevos informes sobre la situación real de los terrenos para emitir nuevas valoraciones sobre la construcción del almacén.

Y la sociedad estatal Enresa, encargada de su desarrollo, tampoco prevé mover ficha alguna. Acaba de adjudicar unos pequeños trabajos de ingeniería previos a la construcción del ATC, pero del gran contrato ni hablar.

En un cajón bien guardado duermen el sueño de los justos las ocho ofertas que pasaron el corte, hace ahora un año, en el proceso de licitación del macrocontrato de hasta de 263 millones de euros para hacer las obras principales de construcción del cementerio.

No ha habido ni avance alguno ni retirada de licitantes, aunque estos podrían desistir de sus ofertas tras un año de espera. Se necesitará un nuevo pliego adaptado a los precios actuales, pero sobre todo a las nuevas exigencias de seguridad si finalmente se decide construir el ATC en los terrenos previstos, que han sido considerados inadecuados e inseguros por varios informes realizados ad hoc. Los sobrecostes podrían superar los 200 millones de euros.

Todo esto se queda aparcado. El Gobierno no quiere sobresaltos en los 50 días que quedan para las generales, si bien es consciente de que García-Page utilizará su batalla contra el ATC y el Gobierno central en plena campaña electoral.

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