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El incendio de Campofrío, tragedia para la mayor cárnica española y para Gamonal

Reunión de trabajadores con la empresa, sindicatos y el ayuntamiento este domingo

Los burgaleses se dieron cuenta a primera hora de la mañana del domingo de que el incendio en la fábrica de Campofrío, santo y seña de la ciudad, era más grave de lo que en principio se podía esperar. El humo negro ha obligado a desalojar barriadas, a cortar carreteras, ha impresionado a todo el mundo que ha tenido la oportunidad de verlo, por su virulencia. Dicen que el incendio, que ha destrozado la fábrica casi al completo, tardará aún varios días en poder ser apagado del todo. Y sus efectos pueden ser muy importantes para una ciudad como Burgos, donde nació Campofrío hace más de 60 años tras ser fundado por José Luis Ballvé, padre del actual presidente Pedro Ballvé.

La factoría de Campofrío que ha salido ardiendo no es la original del grupo, que fue demolida a principios de los años 90 y se encontraba en pleno corazón del barrio de Gamonal, famoso en toda España tras los disturbios en contra del ayuntamiento por la remodelación de una avenida. De Gamonal vienen parte de los trabajadores de La Bureba, que este lunes no abrirá sus puertas para recibir a sus 867 empleados directos. Ha quedado destruida.

La sensación en el populoso barrio y en toda la ciudad era de desolación este domingo: la asamblea de trabajadores celebrada por la tarde resumía la inquietud de muchos de ellos, familias para las que la factoría ha sido durante años su única fuente de ingresos. La empresa ha indicado en un comunicado que "tiene el compromiso de invertir en Burgos para recuperar la capacidad productiva lo antes posible". Sin embargo, no todos las tienen todas consigo: Campofrío hace ya tiempo que dejó de ser una empresa familiar. De hecho, está controlada por capital extranjero chino y mexicano. Un 98,3% pertenece a Sigma & WH Food Europe, propiedad en un 62,3% de los mexicanos Sigma Alimentos y en un 37,7% por los chinos WH, que compraron en su momento Smithfields, empresa norteamericana que se había convertido en accionista de referencia de Campofrío.

Las decisiones, por tanto, no están en manos de los burgaleses, ni mucho menos. De las 6 personas que se sientan en el consejo de administración de Campofrío, solo el presidente Pedro Ballvé es español. Junto a él hay tres mexicanos y dos chinos. Esta preeminencia del capital extranjero es una característica que diferencia a Campofrío de otras empresas cárnicas españolas, como Casa Tarradellas o especialmente su gran competidora Grupo Fuertes (dueña de la marca El Pozo), que sigue manejando como hace medio siglo la empresa que fundó la familia en Alhama de Murcia.

Consciente de los daños que este siniestro tiene sobre la actividad, la compañía ha tomado las medidas necesarias para garantizar el suministro de sus productos al mercado a través de sus otras fábricas, tanto en España como en otros países del grupo. Campofrío cuenta con 5 plantas más en España (Madrid, Soria, Cáceres, Toledo y Valencia) que dan empleo a unas 900 personas. Es decir, la mitad de su plantilla se ha visto afectada directamente por el incendio de la planta. La empresa trabaja con varios miles de proveedores que desde este lunes deberán reevaluar sus relaciones comerciales con ella, al menos de momento.

Unida a la ciudad de Burgos

Matutano, Bridgestone y Campofrío son las tres grandes fábricas de la ciudad de Burgos, aunque sólo la última tiene una conexión sentimental tan importante, al haber sido un grupo que, si bien ahora tiene su sede en Madrid, fue fundado allí. La fábrica de Campofrío ha estado siempre presente en el imaginario colectivo burgalés. Todos los niños de la ciudad han pasado al menos una vez por allí para ver sus instalaciones. El propio nombre de la empresa nos hace pensar en el frío castellano tan propio de esas zonas de España.

Pero el capital no suele entender de sentimientos. Campofrío perdió 4,2 millones de euros en el primer semestre de este mismo año aunque lo achacó a "la contribución de algunas participadas puestas en equivalencia", es decir compañías que consolidan pero sobre las que el grupo no tiene control directo en la gestión. Facturó 910 millones de euros, un 0,8% más. Campofrío Food Group produce y vende en ocho países europeos y en Estados Unidos, además de exportar a 80 países a través de distribuidores independientes.

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