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García Tejerina aterriza como árbitro de la operación Deoleo, en la que Hojiblanca sigue con ganas de ‘enredar’

El pasado 28 de abril la nueva ministra de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, Isabel García Tejerina, juraba su cargo, en sustitución de Miguel Arias Cañete, que lidera la candidatura europea de su partido. Enseguida, las agencias de noticias señalaron las principales tareas urgentes que tendrías sobre su mesa. Una era Pescanova. La otra, Deoleo, donde, a pesar de haber una OPA en curso por parte del fondo CVC, todavía podría tener otro desenlace. Al menos, eso es lo que sueñan desde Hojiblanca (hoy, DCoop), la Junta de Andalucía y la propia Unicaja. Tanto monta…

CVC fue la oferta seleccionada por la compañía ya que, además de ofrecer el precio más razonable, aseguraba una inyección de dinero fresco, condición que Jaime Carbó y su equipo considera imprescindible para sacar adelante la compañía. Esta inyección de capital (unos 150 millones de euros) servirán para culminar una expansión internacional que puede disparar la rentabilidad del grupo, compensando los estrechos márgenes de su sector.

Todo parecía en orden, aunque Hojiblanca, accionista con un 10% del grupo, sigue sin deshojar la margarita. El grupo aceitero cooperativo llegó a contemplar la posibilidad de hacerse con el control de Deoleo sin poner dinero, liderando lo que se insiste en llamar ‘solución española’. Una solución local con poco dinero pero que buscaría exaltar los sentimientos patrios, a pesar de que CVC ya ha dado los primeros pasos para asegurar la españolidad de la aceitera. El propio Arias Cañete era consciente de que hacía falta grupos financieros solventes para un apaño nacional creíble. 

La SEPI al rescate

Ella sería posible siempre que el estado, a través de la Sepi, pusiera dinero en la compañía y lograra que algunas entidades financieras (Kutxa y La Caixa), mantuvieran su participación en el grupo, desechando la oferta de CVC, a pesar de que estas dos firmas se acogieron a la intención de venta de Bankia y BMN. Por ello, se contrató en su día a JP Morgan, que es quien ha coordinado el proceso de ofertas, ya que quien comprara los paquetes de Kutxa, Caixa, Bankia y BMN, se haría con algo más del 31%, lo que hacía obligatoria la OPA.

Pero el presidente de Hojiblanca, Antonio Luque, junto a Unicaja y la Junta de Andalucía manejan otra ‘quiniela’: que Unicaja mantuviera el 10% de Deoleo, junto a la participación de Hojiblanca DCoop quien, a su vez, podría comprar el 4,5% de BMN… Si la SEPI se hiciera con algo más del 15% y tanto Caixa como  Kutxa mantuvieran algo de capital podría alcanzarse un 50%, por lo que la OPA de CVC fracasaría.

Las cooperativas, clave

Entran en este terreno las cooperativas. La Junta andaluza tiene especial interés en no perder la cercanía con estas entidades, por su capacidad de prescripción de voto tanto en ayuntamientos como en la Comunidad.

Desde el entorno de CVC se deja caer que ellos piensan comprar aceite a todas las cooperativas de la zona, mientras se teme que Hojiblanca lo haga sólo con las suyas. Asimismo, se pone muy en duda que la ‘opción española’ vaya a poner dinero en la compañía, por lo que la irrupción de la SEPI en una compañía privada ¿estratégica? no pasaría más allá de un enjuague político, de dudoso beneficio para la empresa.

Y queda una última duda: ¿de verdad habrá maniobras desde el Ejecutivo para que Deoleo acabe controlado por el eje Hojiblanca-Unicaja-Junta?

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