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El Tesoro acelera y coloca 3.120 millones de déficit tarifario en tres meses

Un tendido eléctrico.

A razón de más de 1.000 millones de euros por mes en el último trimestre, el Tesoro Público, a través del Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (Fade), la entidad que gestiona las colocaciones de la deuda eléctrica, se ha puesto las pilas y ha aprovechado la mejora de las condiciones del mercado de deuda para agilizar las emisiones del importe del déficit que todavía está pendiente de titulización (conversión en títulos negociables). Supone una buena noticia para las grandes eléctricas, las que financian el déficit de tarifa (diferencia entre ingresos y costes reconocidos del sector) hasta que se coloca en los mercados.

“El Fade está intentando aprovechar al máximo el mercado, que ahora está abierto y receptivo, para intentar colocar la máxima cantidad posible de déficit”, señalan desde una compañía eléctrica.

Desde que, en noviembre pasado, el Fade reactivó las titulizaciones tras una sequía de ocho meses por las turbulencias en los mercados, se han colocado más de 3.000 millones de euros y se espera que la cifra se incremente este jueves hasta los 3.120 millones, con una nueva emisión por un importe efectivo de 87,3 millones, vencimiento en diciembre de 2026 y un tipo de interés del 5,75%.  

La nueva emisión, en la que BBVA actúa como suscriptor, será la tercera en lo que va de año, aunque por un importe muy inferior al de la anterior, que tuvo lugar el pasado 21 de enero y ascendió a 694,4 millones de euros.

Desde 2011, cuando se pusieron en marcha estas emisiones, el saldo del déficit pendiente de cobro que el Fade ha titulizado asciende a más de 15.250 millones de euros. Esta deuda tiene aval del Estado.

Con el déficit de tarifa, el mayor problema del sector energético, en el centro de la acción del Ministerio de Industria (su máximo responsable, José Manuel Soria, sostiene últimamente que está “muy encauzado”), la buena marcha de estas colocaciones es crucial para las eléctricas. Condiciona su calificación crediticia y la marcha de sus planes de desinversión. Sobre todo, en el caso de Iberdrola, la que tiene un plan de reducción de deuda más agresivo.

Si la senda de colocaciones se torciera, la eléctrica, que ha vendido activos por importe de unos 2.500 millones de euros desde 2010 y tiene pendiente el cobro de cerca de 3.000 millones de déficit tarifario, activaría operaciones que llevan tiempo “en la nevera”, como la venta de su 6,8% en Energias de Portugal (EdP).

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