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Los fondos aterrizan en las constructoras al calor de posibles operaciones corporativas

La salida de Abelló del capital de Sacyr ha sido el último movimiento significativo que han aprovechado los fondos de inversión para situarse en el sector constructor español, al calor de posibles movimientos corporativos justo después de un año que algunos de los grandes grupos han cerrado con fuertes pérdidas. El fondo THS adquirió el mayor de los paquetes que el financiero colocó en el mercado (equivalente al 5,9%).

La aparición de THS en el accionariado de Sacyr llega sólo días después de que la norteamericana Invesco, una de las grandes gestoras del mundo, comunicara una participación relevante en OHL, ligeramente superior al 3%.

Realmente, a Sacyr ha llegado un buen número de inversores institucionales a través de THS, que no deja de ser una modesta boutique británica creada hace unos quince años por gestores que salieron en su día de Rothschild.

El resto de las acciones de Sacyr que estaban en poder de Abelló también ha atraído la atención de fondos que siguen muy de cerca los posibles movimientos corporativos en el sector. Entre ellos figuran los gestionados por Southeastern, que cuentan con una presencia significativa en ACS y Ferrovial desde hace algunos años. En su última comunicación a los partícipes, la gestora anunció determinadas rotaciones en su cartera que no afectó a las constructoras españolas, pese a que en Ferrovial acumulan notables plusvalías.

El interés que ha despertado el sector entre los inversores institucionales choca con el rechazo que generaba hace no mucho tiempo. Por entonces, los fondos recelaban de estas empresas por cuestiones como su exposición al mercado español, la dependencia de contratos con Administraciones Públicas que acumulaban fuertes deudas con sus proveedores y por el elevado endeudamiento que la mayoría de ellas arrastran, fruto de las operaciones realizadas justo antes del estallido de la crisis.

Comienza el baile

Pero ahora las tornas parecen haber cambiado, cuando empieza el baile. En lo poco que va de año, el mercado ya ha asistido al relevo en la cúpula directiva de FCC, con la llegada de Juan Béjar al puesto de primer ejecutivo en lugar de Baldomero Falcones, y la salida de Abelló del capital de Sacyr que, además, sucede a la realizada por Luis del Rivero, anterior presidente del grupo constructor, y coincide con los planes de las cajas que permanecen en el accionariado de la compañía para salir de él.

Invesco, una de las mayores gestoras del mundo, ha aflorado una participación del 3% en OHL

Fuentes del mercado señalan que los fondos permanecen a la expectativa de una nueva catarsis en el sector y todos los dedos apuntan a ACS, que cerró el año con 1.923 millones de euros de pérdidas, debido a las minusvalías por la salida del capital de Iberdrola. El pasado ejercicio fue especialmente convulso para ACS, a la que su principal accionista, Banca March, no ha dudado en señalar como culpable de sus números rojos en 2012.

Por otra parte, los fuertes retrocesos experimentados por las acciones de la compañía han causado problemas a algunos accionistas como Iberostar, los Albertos y hasta el propio Florentino Pérez

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