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Aguirre da marcha atrás y sólo pondrá peajes de la mano del Gobierno central

A día de hoy, el Gobierno central tiene difícil que la Comunidad de Madrid sea el referente a la hora de poner peajes en las autovías. Los planes del Ejecutivo regional que preside Esperanza Aguirre están más desarrollados que los de Fomento pero la decisión política de la líder popular madrileña pasa por no ser la abanderada de la estrategia de cobrar por el uso de la red de carreteras.

Aguirre sigue siendo una firme convencida del cobro de peajes para costear el mantenimiento de las autovías pero no está dispuesta a que su imagen sufra más desgastes. Fuentes del sector de las concesionarias señalan a Vozpópuli que Aguirre será la primera en seguir los pasos del Gobierno central pero en ningún caso será pionera.

"Las cosas podrían cambiar de aquí en adelante pero en las últimas reuniones esto es lo que se nos ha trasladado", aseguró la citada fuente.

El Gobierno de Madrid se ha puesto a la cabeza en numerosos recortes presupuestarios y medidas de ahorro impopulares, lo que se ha traducido en un desgaste de imagen que no quiere seguir ampliando. Esta estrategia supone un contratiempo para el Ministerio de Fomento, que pensaba en aprovechar la experiencia de Madrid para trazar su propio plan de cobro por uso de autovías. Si los planes de la Comunidad están avanzados, no puede decirse lo mismo de los del Gobierno central que, además, tiene sobre la mesa el problema de las concesionarias al borde de la quiebra.

Varias propuestas, ninguna decisión

En este capítulo, Fomento tiene sobre la mesa múltiples propuestas pero ninguna decisión tomada. En las últimas horas ha tomado fuerza la posibilidad de volver a constituir una Empresa Nacional de Autopistas que estaría integrada por las autovías al borde de la quiebra.

La proposición fue defendida por el presidente de Abertis, Salvador Alemany, durante su intervención en los cursos de la UIMP, organizados por la APIE. El Gobierno estudia una solución que sería similar a la que se adoptó en los 80 para rescatar autovías y que dio lugar a ENA, que posteriormente fue vendida a un consorcio liderado por Sacyr.

De este modo, el Ejecutivo podría solventar el problema de las autovías que padecen una situación económica extrema por la caída de los tráficos y la inflación en las expropiaciones y guardarse una opción para obtener ingresos en el futuro.

No es, sin embargo, una medida que haga feliz a todos los agentes del sector ya que algunos están en contra de que el Estado nacionalice las autovías. 

En cualquier caso, el Gobierno central está dispuesto a inundar las carreteras españolas de arcos de peaje porque esta parece ser la fórmula elegida para comenzar a cobrar por el uso de las carreteras. 

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