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Telecos y TV, un mercado con sólo tres operadores que amenaza la competencia y los bajos precios

Una tienda de Orange en España.

El mercado español de las telecomunicaciones y la TV de pago camina hacia una concentración que va a quitar del terreno de juego a uno de los operadores que más lo ha dinamizado en los últimos años, Jazztel, cuya voracidad comercial le ha hecho acreedor de una importantísima cuota de mercado para disfrute de los clientes finales (1,6 millones de usuarios móviles y 1,5 millones de banda ancha).

También ha dejado de estar en el mercado, al menos de forma independiente, ONO, compañía de telefonía, internet y TV que, con otra estrategia menos agresiva que la de Jazztel, también se había hecho con su hueco, prestando servicios de banda ancha de verdad, a través del cable.

Y en el campo de la televisión de pago, la competencia pinta aún peor, porque Digital Plus va a caer en manos de Telefónica, que con su televisión de pago no le hacía ni sombra a la plataforma aún controlada por Prisa. Las dos juntas controlarán más del 80% de este mercado, según los primeros análisis realizados tras el anuncio de compra por parte del grupo que preside César Alierta.

Éste es el panorama al que camina el sector en España, que en 2015 estará controlado por tres grandes compañías, Telefónica, Orange y Vodafone, que se repartirán más del 80% de todos los mercados en los que operan, algo que para los reguladores no parece, a priori, muy sano para la competencia.

En 2015, quedarán sólo los tres grandes, Telefónica, Vodafone y Orange, frente a los cinco actuales, y controlarán más del 80% de todos los servicios de telecomunicaciones y TV

El mercado de las telecomunicaciones, al contrario que ocurre con la luz, el gas o las gasolinas, goza en España de una competencia real, de una liberalización que ha funcionado y que con la portabilidad y las guerras comerciales, ha provocado bajadas de precios espectaculares en los últimos años.

Pero las últimas operaciones de concentración pueden dar al traste con el actual escenario. Al menos eso piensa la Comisión Europea, que ha decidido quedarse con el expediente de la OPA lanzada por Orange sobre Jazztel y lo va a investigar en profundidad ante el temor de que la operación "pueda dar lugar a una pérdida significativa de presión competitiva para los servicios de acceso a internet fijo y a ofertas múltiples de servicios fijos-móviles".

Bruselas, al anunciar esta semana que abrirá una investigación, va más allá y alerta de que "la pérdida de Jazztel como una fuerza competitiva importante podría dar lugar a incrementos de precios de estos servicios para los clientes en España".

"La pérdida de Jazztel como una fuerza competitiva importante podría dar lugar a incrementos de precios", dado que Orange y su 'opada' controlan más mercado de lo que se desprende de sus cuotas actuales, dice Bruselas

"Si bien la entidad resultante de la concentración no ocupará una posición dominante, la Comisión teme que la operación propuesta" pueda dañar la situación actual de "presión competitiva" de la que disfrutan los clientes españoles, afirman desde Bruselas.

Pese a que Orange, que pagará 3.400 millones de euros por el 100% de Jazztel, presentó ante la Comisión una serie de compromisos previos y condiciones autoimpuestas para facilitar la aprobación, "dichos compromisos eran insuficientes para disipar claramente sus serias dudas en cuanto a la compatibilidad de la operación con el reglamento de concentraciones de la UE, y por tanto decidió no efectuar las pruebas correspondientes en los participantes en el mercado", señala el Ejecutivo comunitario.

Bruselas cree que la unión de las dos compañías puede dañar la competencia en el mercado minorista de acceso a internet fijo, porque son "importantes fuerzas competitivas" que tienen "mayor influencia en la dinámica competitiva" de la que podría desprenderse de sus cuotas de mercado. Es más, considera que la nueva Orange-Jazztel tendría menos incentivos a la hora de competir con Telefónica y Vodafone de los que tendrían las dos compañías si siguieran por separado.

Dudas que no sólo atañen al internet fijo, sino a la provisión de ofertas triples (telefonía fija, móvil e internet), que son las más competitivas del mercado y que gozan de gran éxito entre los consumidores españoles.

La Comisión cree que Orange y Jazztel unidas tendrán menos incentivos para competir contra Telefónica y Vodafone que si lo hicieran por separado

No ocurrió lo mismo con la compra de ONO por Vodafone, por 7.200 millones de euros. Desaparece un operador independiente, eso sí, pero Bruselas no ha apreciado grandes riesgos para la competencia.

El caso es que el mercado pasará de cinco grandes operadores a sólo tres. Pero es que, además, uno de ellos, Telefónica, se afianza con el control de la cuarta pata que mejor complementa las ofertas triples: la televisión de pago. En concreto, es eso que los modernos más anglófilos llaman cuádruple play, ofertas comerciales que aglutinan telefonía fija, móvil, internet de banda ancha y televisión digital.

La CNMC ha alertado de que la compra de Digital+ por Telefónica podría "obstaculizar significativamente" la competencia tanto en TV de pago como en banda ancha y telefonía

Según los análisis previos, Telefónica, al hacerse con el control absoluto de Digital+ (ahora cuenta con un participación accionarial del 44%), controlará más del 80% de la televisión de pago, lo que unido a su posición de principal operador en el resto de servicios de telecomunicaciones, le confiere un gran poder de mercado.

El superregulador CNMC ha conseguido que Bruselas le transfiera el expediente de análisis de esta operación y ha abierto el proceso, que será analizado en fase 2. El organismo que preside José María Marín Quemada considera que esta compra podría "obstaculizar significativamente" la competencia en los mercados de televisión de pago y servicios de comunicaciones.

El proceso de investigación de la operación ya está en marcha y la CNMC teme que Telefónica podría conseguir un poder de mercado "irreplicable" por sus competidores, un poder que además podría servir para reforzar su posición en los servicios de telefonía fija, móvil e internet.

Ante este contexto de cambios en España, tanto la Comisión como la CNMC se han puesto en guardia ante las operaciones en marcha y, a priori, han dejado entrever que serán muy exigentes con los condicionantes y limitaciones que, llegado el caso, determinarían para dar el plácet a las compras de Jazztel y Digital+.

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