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Los inversores latinoamericanos no temen la situación política española: "Es un 'arrecho' democrático"

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, durante una reunión con el líder del PSOE, Pedro Sánchez

Todo depende de la perspectiva. Quizá un inversor europeo, anglosajón, tome en consideración la actual situación política española a la hora de ejecutar o no tal o cual operación en el país. Pero para el inversor latinoamericano, breado en crisis, la seguridad jurídica y las oportunidades que ofrece el mercado español, aderezado con la caída del euro frente al dólar, compensan la incertidumbre política.

El escenario político español "en nada nos preocupa", aseguró el jueves Hernán Darío Mejía, ejecutivo del grupo de alimentación Colombina, nuevo propietario de la compañía española Fiesta (fabricante de golosinas incrustadas en la memoria de generaciones de españoles como los Kojak o las Piruletas). "No tenemos el más mínimo temor, somos un inversor honrado y orgulloso de venir a España; nuestra preocupación es ahora la maquinaria, el producto... pero para nada la situación política", dijo.

Colombina, que emplea a 8.000 personas, con seis fábricas en Colombia, ha invertido cerca de 20 millones de euros en la adquisición de Fiesta, empresa que se declaró en concurso de acreedores y que bajo la administración del despacho Data Concursal ha logrado esquivar el cierre tras la liquidación anunciada en 2014. El grupo colombiano está tan seguro de las posibilidades que ofrece el mercado español, a pesar de todo, que prevé doblar la facturación en cinco años y alcanzar los 50 millones de euros en ingresos. Además utilizará el mercado español como plataforma para tratar de vender sus productos en el norte de África, otros países europeos, y abordar también el mercado estadounidense. "Lo que está pasando ahora en España... es un arrecho democrático [un calentón]", comentó Darío Mejía.

Conocidas marcas de alimentación españolas como Campofrío o Panrico han cambiado de manos.

"España da acceso al mayor mercado del mundo, el mercado de la Unión Europea, que cuenta con cerca de 500 millones de consumidores y donde la renta o el PIB per cápita se encuentra alrededor de los 30.000 dólares anuales", subraya un informe del Icex titulado España, plataforma para las inversiones y sedes de empresas multilatinas en Europa, África, y Oriente Medio. Además de la "privilegiada posición estratégica" de España para operar con los mercados europeos, y también con los africanos, otra de las ventajas "que encuentran las empresas latinoamericanas al operar en España son los menores costes operativos en comparación con otros países europeos", afirma el informe.

Si hay un empresario latinoamericano que ha demostrado estar por encima de los vaivenes políticos, ese es Carlos Slim. El empresario mexicano, un clásico en el top cinco de los más ricos del mundo, se ha convertido en el primer accionista de la multinacional FCC desplazando a Esther Koplowitz. Desde que inició el abordaje sobre la constructora española, en noviembre de 2014, cuando FCC bordeaba el concurso de acreedores, Slim ha invertido entre 800 y 900 millones de euros en el grupo.

El interés de los inversores latinoamericanos por el mercado español se ha extendido a todo tipo de sectores. Tradicionalmente los más atractivos han sido los de alimentación, cemento, hierro, acero. Pero ahora, además de mantener el interés por la alimentación, el foco se ha desplazado a otras industrias como el inmobiliario, el turismo, el industrial, la moda, o el financiero.

México es el primer país latinoamericano por inversiones en España. Entre 2012 y 2014 empresas mexicanas han destinado al mercado español 3.667 millones de euros, según datos del ICEX. Tres compañías mexicanas se han hecho con tres conocidas empresas de alimentación: Campofrío está ahora controlada por el grupo mexicano Sigma; Bimbo compró el pasado año Panrico; a finales de 2014 Alsea se hizo con Zena, la empresa de restauración que cuenta con las franquicias de Foster’s Hollywood, La Vaca Argentina, Cañas y Tapas y locales de Burger King, entre otras. Otro grupo mexicano, el operador ADO, adquirió a mediados de 2013 el grupo de autobuses Avanza. Ese mismo año la petrolera Pemex compró el 51% del astillero gallego Barreras. También en 2013 un grupo de inversores mexicanos liderados por la familia Del Valle desembolsó 450 millones de euros por el 6% de Banco Popular; en la actualidad la participación se ha reducido al 4,2%.

El segundo país latinoamericano que más invierte en España es Brasil, 776 millones entre 2012 y 2014. Compañías como la tecnológica Itautec, la textil Marisol, la de alimentación Spoleto, o la compañía de moda Alpargatas se han establecido en España. Empresas colombianas han potenciado en los últimos tiempos su apuesta por el país; además del grupo Colombina, destacan la presencia de la multinacional de la moda Totta, que se estableció en España en 2009, el grupo de inversiones Sura, o la empaquetadora Carvajal. La segunda mayor fortuna de Colombia, Jaime Gilinski, es el primer accionista de Banco Sabadell, con el 5%.

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