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El gigante latinoamericano de los supermercados extiende sus tentáculos hasta España

Un hipermercado Jumbo en Tucumán, Argentina.

Cencosud, uno de los mayores operadores del comercio minorista en Latinoamérica, ha vuelto a fijarse en España. En las últimas semanas, la compañía chilena ha trasladado a Madrid varias sociedades instrumentales que hasta ahora estaban domiciliadas en Países Bajos (cuyo régimen fiscal es más favorable que el español) y que están controladas por Easy Colombia SA, una filial del grupo fundado hace más de medio siglo por la familia Paulmann.

Fuentes de la compañía confirman el movimiento, que relacionan con la adquisición, en 2012, del negocio de Carrefour en Colombia y una serie de “temas legales y de trámites societarios” que no precisan. Las mismas fuentes aseguran que el proceso no tiene “nada que ver” con un posible desembarco de la compañía en España.

En octubre de 2012, el grupo adquirió a Carrefour, por unos 2.000 millones de euros, 72 hipermercados, 16 tiendas de conveniencia y 4 cash & carry en Colombia (donde el grupo francés era el segundo operador del mercado) a la sociedad Carrefour Nederland BV, que era la propietaria de esos activos a través de varias sociedades holandesas y colombianas, que son las que ahora la chilena ha domiciliado en territorio español.

No es la primera vez que Cencosud pone el ojo en España como soporte para su estructura societaria. En la pasada década (entre 2002 y 2010), la compañía ya tuvo activa una filial también radicada en Madrid, Cencosud España SL, cuya actividad principal era la “promoción, construcción y desarrollo de proyectos urbanísticos”, aunque en la práctica la utilizaba como holding para canalizar sus participaciones en filiales argentinas. Presidida por Horst Paulmann, presidente, fundador del grupo y alemán de origen (se afincó en Chile en los años 40), fue extinguida a finales de 2010.

Prácticamente desconocida en España, Cencosud es un gigante de la distribución cuyos orígenes se remontan a 1960, con la apertura de su primer supermercado en Temuco (Chile), y que hoy tiene más de 150.000 empleados en cinco países: Chile, Argentina (donde desembarcó en los años 80), Brasil, Perú y Colombia. También tiene una oficina comercial en China.

Cencosud tiene cerca de un millar de establecimientos y factura más de 20.000 millones de dólares anuales

La compañía, que gestiona bajo distintas enseñas diez cadenas de supermercados (entre ellas, Jumbo, Santa Isabel y Disco), centros de bricolaje y centros comerciales, tenía a diciembre de 2012 (sin contar los activos recién adquiridos a Carrefour) un total de 982 tiendas y 29 centros comerciales. La mayor parte de sus establecimientos (793) eran supermercados (214 en Chile, 288 en Argentina, 205 en Brasil y 86 en Perú), que aportaron en 2012 el 74% de las ventas. Y su crecimiento se ha forjado en los últimos años a golpe de talonario.

La compañía ha protagonizado ocho operaciones de compra entre 2007 y 2012 que le han permitido duplicar su superficie de venta con respecto a 2006 a costa de disparar su deuda, que ha pasado de 3.100 millones de dólares en 2010 a 6.300 millones en 2012.

El grupo, que desde el 22 de junio de 2012 cotiza en la bolsa de Nueva York a través de ADR (aunque el 60% del capital está en manos de la familia fundadora), tiene su propia financiera (cuyo 51% ha intentado sin éxito colocar recientemente al brasileño Itau) y anunció el mes pasado que invertirá unos 425 millones de dólares este año, cifra sensiblemente inferior a los 731 millones del año pasado.

Su plan de expansión incluye 210 millones de dólares para abrir 51 tiendas, un nuevo centro de distribución en Argentina, y la ampliación de otro en Brasil. Además, destinará 100 millones de dólares a fortalecer sus operaciones mediante sistemas tecnológicos y a expandir su negocio por internet en Latinoamérica. El grupo prevé una facturación de entre 20.400 y 21.300 millones de dólares este año.

La empresa y sus propietarios han protagonizado algún episodio polémico en su país, como la condena, el año pasado, de la Corte Suprema chilena que le obligó a pagar 65 millones de euros por aumentar ilegalmente los intereses de las tarjetas de más de 600.000 clientes en 2006, en un caso que le costó la campaña al candidato de la derecha en las últimas elecciones presidenciales, Laurence Golborne, que había sido gerente de la empresa en esos años; la acusación en 2007 por parte de un sindicato de que obligaba a sus cajeras en Chile a usar pañales porque no les dejaba ir al baño (extremo que la compañía negó) o los supuestos vínculos del padre del fundador (actualmente Horst Paulmann es una de las mayores fortunas de Chile) con las SS nazis.

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