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El cava catalán ‘pasa’ de la secesión y busca competir con el champagne en el mundo

Imagen de las bodegas de un cava catalán.

¿Qué piensan los bodegueros catalanes del sector del cava sobre los perjuicios de una hipotética independencia de Cataluña? El sector del cava catalán, que se produce principalmente en las zonas de la riquísima comarca vitivinícola del Penedès próxima a Barcelona, muestra abiertamente su “discreción” si se le pregunta a los empresarios si apoyan o no una hipotética secesión de Cataluña del resto de España. 

Eso sí, con el micrófono cerrado una decena de empresarios de cavas muy conocidas, como otros de bodegas familiares que producen cavas de larga crianza, admiten a Vozpópuli que “el debate sobre la independencia nos cansa y sólo queremos que todo vaya bien para que ningún mercado boicotee nuestras marcas y productos”. Ése posible mercado que boicotearía el cava catalán –cabe recordar que cava se produce en otras regiones españolas no catalanas como en La Rioja, Aragón o la Comunidad Valenciana- se encuentra el español, que supone más del 60% de las compras de cava catalán. 

“El debate sobre la independencia nos cansa y sólo queremos que todo vaya bien para que ningún mercado boicotee nuestras marcas y productos”

“Casi siempre los políticos inician debates que crean polémica y, en ocasiones, olvidan el trabajo de los empresarios y dividen a la sociedad como es el caso del actual debate independentista porque es un debate que se enfoca desde la pasión y no explicando las verdaderas consecuencias del sí o no de la independencia. Y esto puede afectar a la imagen de nuestros cavas y a nuestros negocios y eso no es positivo”, explica Domènech un productor de cava de Subirats, a poco más de 25 kilómetros de Barcelona. 

“Nuestra principal preocupación es exportar más” 

Quim, especializado en la producción de cavas de larga crianza que superan los 10 años aprovechando la oxidación más longeva de la variedad Xarel.lo –una de las tres variedades autóctonas del Pendès que se utilizan para la elaboración de cava catalán junto con la uva Parellada y Macabeo- comenta a este diario que “nuestra principal preocupación año tras año es exportar más, vender, llegar a las mesas de los restaurantes españoles y de países emergentes para alcanzar las ventas del ‘champagne’ francés”. 

Y añade: “No nos interesa la política, como empresarios nos afectan los debates políticos que afectan la imagen de las empresas catalanas y si nos afecta en negativo, como en ocasiones puede llegar a afectar el debate independentista, compromete nuestra cifra de resultados y los puestos de trabajo que mantenemos”. 

El sector del cava catalán, en su mayoría, se muestra "muy satisfecho" por la recuperación del mercado interno español que aumenta compras, tras años de caídas en las ventas, sobre todo desde 2010 a 2013. Un aumento en las ventas en los últimos doce meses que se ha basado en el buen comportamiento del mercado interior español, que ha compensado la caída de las ventas en el extranjero, y que registra su primer año de incremento desde 2010, y el segundo desde el inicio de la crisis. 

El cava catalán vendió un 6% más en 2014 

Según los datos consultados por Vozpópuli y que ofrece el Consejo Regulador del Cava, en 2014 el sector facturó 1.030 millones de euros, un 6,18% más que en 2013, y vendió 242,2 millones de botellas, un 0,38% más que el año anterior. "Son resultados muy satisfactorios", considera el presidente del Consejo Regulador del Cava, Pere Bonet, vinculado a la mayor empresa de cava española: la catalana Freixenet. Bonet ha celebrado que la recuperación llega tras años de "ciertas dificultades", aunque ha matizado que las caídas en ejercicios recientes nunca fueron "importantes". 

El mercado nacional ha remontando el vuelo tras tres años consecutivos de descensos de las ventas

Estos incrementos se explican por la recuperación del mercado interior. En España se vendieron el año pasado 87,5 millones de botellas, un 7,54% más que en 2013, remontando el vuelo tras tres años consecutivos de descensos de las ventas (-0,47% en 2013, -6,28% en 2012 y -8,71% en 2011). Por contra, el mercado internacional ha empeorado. En 2014 el sector vendió 111,6 millones de botellas en el exterior, un 5,3% menos que en 2013. Ese año ya se inició un cierto descenso de las ventas en el extranjero (-1,53%), tras tres años de subidas (+5,69% en 2012, +2,32% en 2011 y +11,72% en 2010). 

La caída de las ventas en el exterior responde fundamentalmente al mal resultado en el principal país importador de cava, Alemania, donde se vendió un 24,18% menos. No obstante este descenso, Alemania sigue siendo el mejor mercado extranjero para el cava, con unas ventas de 30,5 millones de botellas, aunque casi empatando con Bélgica, con 30,4 millones. Y es que las empresas catalanas copan casi el 97% de las ventas del sector y buscan posicionarse incrementando ventas con cavas de larga crianza que aumenta la calidad y puede competir en restaurantes con los productores franceses de champagne. 

Vender más en el resto de España y alcanzar al ‘champagne’ 

Sin embargo, los cavistas catalanes tienen como objetivo ir aumentando ventas en el resto de España, pero también alcanzar al tan apreciado champagne francés. “Estamos listos para conquistar el mundo y competir con el champagne”, asegura Ricard Freu que trabaja en una bodega del Penedès. 

Los productores de esta comarca catalana, afectada por las brisas saladas del Mediterráneo y por los vientos del norte del Pirineo, se han basado en un aumento de las exportaciones para querer competir con el caldo francés. Las exportaciones de cava catalán se han incrementado en los últimos años: desde las 10 millones de botellas en 1980 a 154,7 millones en 2014, superando por sexto año consecutivo las cifras del champán francés, 144,9 millones de botellas exportadas desde Francia a todo el mundo. 

"Ya hemos conquistado el mundo con cavas estándar. Ganaremos esta vez con cavas de alta calidad ", ha comentado a la Afp Pere Guilera, Presidente de la Asociación de las pequeñas y medianas empresas de cava catalán. En su pequeña bodega familiar, una antigua casa de campo rodeada de viñedos, Guilera produce sólo cavas de reserva y gran reserva, unas 30.000 botellas anuales –a un precio que alcanza los 20 euros, muy por encima de los tres euros del cava de cosecha joven-, de las que el 20% van al extranjero.  Una cuidada selección de uvas, una mezcla precisa y una crianza que alcanza los 12 años son los requisitos previos para "un sabor y aroma rico, una burbuja armoniosa" y un sabor "suave y ligeramente afrutado que compite perfectamente con el champagne", asegura. 

Según Bonet (Freixenet), "el cava catalán tiene mucho camino por recorrer para mejorar su imagen de excelencia"

"El cava catalán tiene mucho camino por recorrer para mejorar su imagen de excelencia", reconoció Pedro Bonet, director general de Freixenet, uno de los gigantes mundiales de vino espumoso. "Es una cuestión de tiempo, la inversión, la imagen y puesta en escena," dijo el Sr. Bonet, el sector está empezando a "cosechar los frutos de varios años de esfuerzo." 

Recientemente, las ventas de botellas de cava catalán de alta gama han aumentado y "marcas de prestigio", tales como Casa Sala o Reserva Real de Freixenet, o las cavas de larga crianza de Mestres, Recaredo o Gramona han ganado numerosos premios en concursos internacionales, lo que les permite medirse a los productores franceses, aunque éstos utilizan variedades de uva distintas al cava y la climatología es más dura en la región francesa de Champagne donde se producen estos vinos. 

“Nos estamos posicionando en los países emergentes y en Estados Unidos y Japón como grandes cavas que están al mismo nivel que los grandes caldos franceses y esto es un avance para el cava catalán que la política ni el debate independentista deberían frenar”, asegura un directivo de una bodega de larga crianza del Penedès que prefiere quedarse en el anonimato.

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