Casaus: Bankia era la "poltrona" de los políticos y su "herramienta de financiación"

El Banco de España consideraba en abril de 2011 una posible solución para Bankia, con la que "no perdería nadie: ni el contribuyente ni los acreedores". Era una venta a un grupo extranjero. Pero el mayor escollo eran los políticos. "Otra cosa es que los políticos que gestionan Bankia no quieran explorar esta vía para no perder sus poltronas ni su herramienta de financiación", señala José Antonio Casaus, jefe de inspección de Bankia en el Banco de España, en un correo del 8 de abril de 2011. Todo un recado para el entonces presidente, Rodrigo Rato, y el vicepresidente, Rodrigo Rato.

Las críticas no quedaron ahí, otro correo posterior (también aportado ahora a la Audiencia Nacional) hacía una radiografía muy dura de toda la pésima gestión que tenía entonces Bankia, en la que hablaba de su consejo "politizado y poco profesional", la "cuestionable honradez de sus gestores" y la "falta de coraje".

Especialmente grave es la parte en la que advierte de posibles irregularidades de los gestores, que entonces pasaron inadvertidas y posteriorimente (tras el rescate del Frob) ha dado causa a varias investigaciones en la Audiencia Nacional: hay "aparentes conflictos de interés: Olivas (vicepresidente de Bankia y al tiempo presidente de Banco de Valencia) y Ferrando (consejero miembro de la Comisión de Riesgos y empresario promotor financiado por Bancaja y con sociedades comunes a las que probablemente se habrán comprado activos...".

Junto a ello, Casaus destacaba la "cuestionable honradez de los gestores" de Bankia, que "se llevaron un bonus 2009 superiro al que correspondía gracias a corregir el resultado del ejercicio (propuesta de Román y Navarro presentada por Barcoj al Comité de Dirección".

"Continúan los mismos gestores (consejeros y directores generales) que han llevado a las entidades a solicitar ayudas públicas: desacreditados ante el mercado", a´ñadía Casaus.

A pesar de todas estas advertencias, todo siguió igual dentro de Bankia, con su salida a bolsa y posterior rescate en 2012, sin que se tomara ninguna medida que lo evitara.