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Ahora Madrid entra en guerra con Mapfre: le reclama 24 millones por la funeraria pública

Carlos Sánchez Mato, concejal de Hacienda en Madrid y quien ha dirigido las hostilidades

El Ayuntamiento de Madrid ya está oficialmente en guerra con Funespaña, S.A., empresa controlada por Mapfre que gestiona el 49% de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios, al alimón con otro 51% del capital que pertenece al consistorio. El concejal de Hacienda, Carlos Sánchez Mato (Izquierda Unida), exige a la empresa el pago de 23,8 millones de euros a Funespaña en concepto de provisiones para cubrir todas las inversiones en mantenimiento que según su criterio no se han realizado durante muchos años. Mapfre-Funespaña, que hasta la entrada de Ahora Madrid en el gobierno municipal había gestionado de mutuo acuerdo con el consistorio la empresa semipública "embolsándose 60 millones de euros desde que la gestiona", según Sánchez Mato, rechaza tener que pagar esta cantidad. Por ello, el 18 de mayo el juzgado mercantil número 5 de Madrid admitió a trámite una demanda de impugnación interpuesta contra la empresa pública "por su carácter lesivo para el interés social adoptado por mayoría", según ha informado en una salvedad ante CNMV el auditor KPMG.

El pasado mes de octubre, el nuevo consistorio anunció la intención de finiquitar en septiembre de este año la empresa municipal funeraria, que se constituyó en 1966 con una duración de 50 años y justo expiran el 15 de septiembre de 2016. Ese mismo día, dijo Sánchez Mato en rueda de prensa, se extinguirá la sociedad actual y se creará una nueva integrada al 100% por capital municipal.

La cuantía que debería pagar Mapfre fue establecida por Cemosa, "dedicada a servicios de ingeniería"

El ayuntamiento contrató con la empresa Cemosa un informe técnico que estableció que "la inversión a realizar en los cementerios es de 23,8 millones de euros". En ese informe se valoraba cuánto hacía falta invertir en los cementerios y los tanatorios pero "sin distinguir entre las inversiones correspondientes a reparación y mantenimiento y las correspondientes a nuevas actuaciones que implicarían una total renovación y modernización de los cementerios al introducir obras de asfaltado, alumbrado público o urbanización".

Siempre según el informe de auditoría, el 31 de marzo hubo reunión del consejo de administración de la funeraria y los representantes de Funespaña lamentaron que "no habían tenido participación y a todos los efectos el informe lo era de parte del Ayuntamiento de Madrid por incorporar inversiones que nada tenían que ver con el mantenimiento de los cementerios gestionados". Según Funespaña, el informe contenía "errores de bulto" y recomendaron una serie de cambios, que "fueron rechazados en su mayoría, votando en contra los representantes del ayuntamiento y a favor los representantes de Funespaña".

Este periódico ha intentado contactar con el Ayuntamiento de Madrid, pero no ha sido posible.

Peleas con los representantes municipales

El auditor relata al regulador de los mercados cómo han sido sus nueve meses de enfrentamiento con los representantes municipales. Los inconvenientes han sido tantos que la EMSFM ni siquiera ha presentado las cuentas anuales de 2015 en tiempo y forma, pues el propio auditor contratado por el Ayuntamiento -ATD Sector Público- le informó de que sería imposible. Esto impide, según KPMG Auditores, S.L., disponer de toda la información necesaria. "La no formulación de las cuentas anuales de la EMSFM es una circunstancia fuera del control de Funespaña, S.A. derivada de la participación minoritaria del 49% en su capital que otorga minoría de votos tanto en su consejo de administración como en la junta de accionistas. En consecuencia, la comisión de auditoría de Funespaña no tiene capacidad de acción ni poder de decisión alguno".

Mapfre lamenta que no se han tenido en cuenta sus alegaciones en las distintas votaciones del consejo

Por ello, el 29 de marzo se decidió no formular las cuentas anuales de 2015. De nuevo con los votos de los consejeros representantes del Ayuntamiento (7 frente a 6 de Mapfre) se solicitó la provisión de 23,8 millones que debe abonar Funespaña. Según esta empresa, "la incorporación de esta provisión conforme a lo pretendido por el Ayuntamiento de Madrid no se ajusta a los requisitos técnicos, jurídicos y contables".

Un conflicto previsible

El conflicto era previsible atendiendo a la beligerancia con que el equipo municipal se refirió a la gestión de la empresa que rentabiliza los tanatorios públicos (en beneficios) mientras cuida los cementerios (en pérdidas). "La sociedad cuenta ahora mismo con 530 trabajadores que se subrogarán a la nueva empresa pública", dijo el concejal izquierdista. Mapfre cobraba por dos vías, un 20% del resultado antes de impuestos y un 49% del resultado después de impuestos. El 49% se privatizó en 1993 por 100 pesetas y desde entonces su tasa de rentabilidad fue del 208,5%, siempre según los datos municipales.

En 2014, los ingresos de la funeraria fueron de 30 millones de euros por unos gastos de 28,7 millones, con un beneficio de 1,3. Por su parte, los cementerios gastaron 21,5 millones e ingresaron 21, perdiendo en total medio millón de euros.

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