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PwC tendrá lista la auditoría sobre Carbures, suspendida desde octubre, antes de fin de año

Carbures está suspendida de cotización desde el 8 de octubre.

PwC ultima la auditoría sobre las cuentas de Carbures y, según señalan fuentes conocedoras del proceso, estará en manos de la compañía que dirige José María Tarragó antes de final de año. Una vez lo tenga, Carbures no tiene previsto un plazo determinado para hacerlo público, aunque la intención del fabricante de de estructuras de fibras de carbono es hacerlo lo antes posible para, en el caso de que el resultado lo permita, volver a cotizar después que fuera suspendida el pasado 8 de octubre.

Si no hay ningún imprevisto, PwC tardará casi tres meses en tener lista la auditoría, un periodo que casi dobla al mínimo estimado inicialmente por la compañía y que teniendo en cuenta que los auditores han trabajado sobre un informe previo para los expertos es elevado. Ahora bien, según señalan las fuentes consultadas, el análisis de la compañía se ha ido haciendo al ritmo que Carbures ha entregado la información requerida. 

Hace dos semanas, Carbures entregó a PwC el informe jurídico que solicitó a Uría Menéndez. En el entorno de la compañía se insiste en que el resultado de dicho estudio es positivo. Las fuentes consultadas, sin embargo, afirman que "no es tan positivo como dicen". "Puede tener aspectos positivos, pero hay otros que no son concluyentes y dejan muchas cuestiones en el aire", agregan. "El informe de Uría revela más grises que negros o blancos", abundan. Carbures, hasta la fecha, no lo ha hecho público, según la versión oficial, para "dejar trabajar a PwC libremente y sin ningún tipo de presión". Asegura, al respecto, "estar muy tranquila" con el informe del despacho de abogados.

Carbures fue suspendida de cotización el pasado 8 de octubre, cuando su valor bursátil superaba los 400 millones de euros, por las dudas expresadas por PwC en la auditoria de los estados financieros de 2013 y 2012, así como por la información financiera del primer semestre de 2014 que la propia compañía había encargado para su próximo salto al mercado continuo -hasta ahora cotizaba en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB)-.

Dos días después, el 10 de octubre, el fabricante de estructuras de fibras de carbono comunicó al mercado que la auditora requeriría de "al menos seis semanas" para culminar el examen de sus cuentas y de la forma en que contabilizó contratos con tres empresas que la firma andaluza considera "terceros" y que PwC pone en entredicho, así como la imputación de 19,6 millones de euros de ingresos en los primeros seis meses del año por un contrato con la china Shenyan Hengrui del que no informó hasta el 1 de julio y que oficialmente no rubricó, con la presencia de Mariano Rajoy, hasta el 25 de septiembre. Para aclarar todas las dudas emitidas por PwC, Carbures solicitó igualmente el citado "informe jurídico independiente" a Uría Menéndez.

PwC mantiene el foco en las dos cuestiones que ya puso en duda hace dos meses y medio. De un lado, los apuntes contables que Carbures Europa atribuía a tres empresas ajenas al grupo, que según la propia compañía antes formaban parte de su clúster tecnológico pero que desde 2007 no tienen vinculación empresarial societaria con la multinacional, con la que sólo mantienen actividad industrial. Y, por otro, en la consolidación como ingresos de 19,6 millones de euros del contrato con Sehyan Hengrui, que estaba basado, como contó este diario, en una patente que no está aprobada en la Oficina Española de Patentes y Marcas.

El futuro de Carbures está, por tanto, a expensas del resultado de la auditoría de PwC, aunque, tanto si se refrendan las sospechas como si las rectifica -o suaviza-, el daño para la compañía ya ha sido enorme. Porque a los más de tres meses que previsiblemente estará suspendida en Bolsa, se suma la parálisis que ha sufrido en algunos frentes clave para su futuro, como la negociación de un crédito que tenía en marcha con las entidades financieras, el salto al mercado continuo que preveía para el mes de noviembre y, en consecuencia, el desarrollo del plan estratégico que anunció el pasado mes de marzo, así como la revolución en las estructuras de gobierno, cuyo vicepresidente financiero, Juan Juárez, abandonó a principios de mes por discrepancias con la dirección.

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