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Botín, en Brasil, toma medidas: despedirá a los responsables del informe contra la presidenta brasileña

Emilio Botín, presidente del Banco Santander, en una imagen de archivo

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha calificado como "inadmisible y "lamentable" el informe del Banco Santander Brasil en el que se afirmaba que su previsible reelección el próximo 5 de octubre provocaría un grave deterioro de la economía del gigante sudamericano. Dilma, candidata de la izquierda brasileña y favorita en las encuestas, no descarta procesar al banco presidido por Emilio Botín. "Conozco bastante bien al presidente del banco y pretendo conversar con él sobre lo sucedido", afirmó en Brasilia a un grupo de periodistas. El máximo mandatario de la entidad, al que la polémica ha pillado en territorio brasileño, ha tomado la primera decisión: cesar a los responsables del informe tras la correspondiente investigación interna. 

Era evidente que el gran lío en el que se metió el Banco Santander en Brasil tras elaborar un dudoso informe sobre la economía brasileña posterior a una hipotética victoria de la presidenta brasileña iba a tener graves consecuencias. Dilma Rousseff, conocida por su mano de hierro en la toma de decisiones, no es una líder política clásica: asume los problemas de forma directa y no duda en enfrentarse al poderoso y más si un banco pretende inmiscuirse en una decisión política como la reelección del presidente de un país de 200 millones de habitantes. 

En Brasilia, en el Palácio do Planalto, rodeada de cuatro periodistas entre los que se encontraba un representante del periódico 'Folha de Sao Paulo', que destapó el escándalo, aseguró que pretende adoptar una actitud "bastante clara" contra el Banco Santander que envió a los clientes de alta renta -los que ganan más de 10.000 reales al mes (3.400 euros)- un informe en su extracto de julio en donde les aconsejaba diversificar sus inversiones ante una hipotética reelección de Dilma Rousseff, la candidata de la izquierda. 

El Santander ya había movido ficha tras la repercusión del escándalo en tierras brasileñas. Al parecer, la entidad presidida por Emilio Botín había pedido a la presidenta de Brasil disculpas por el lamentable informe. Pero para la veterana Dilma Rousseff, política curtida en mil batallas, las disculpas le parecieron "bastante protocolarias" para asegurar minutos después que el episodio le parecería "lamentable" e "inadmisible para cualquier candidato. Voy a tomar una actitud bastante clara". Rousseff se mostró bastante molesta con lo sucedido: la intromisión del poder económico en el poder político en la elección presidencial. 

"Creo que la economía es expectativa. La característica de algunos es especular. Siempre que especularon no se dieron bien. En las elecciones de 2002 quien especuló contra Lula no acertó. Es muy peligroso especular en periodos electorales", apostilló.

El Santander cesará a los responsables del informe tras una investigación interna

Emilio Botín, que se encontraba el domingo en Río de Janeiro en el III Encuentro Internacional de Rectores promovido por su banco y que finaliza este martes, tuvo que adoptar las primeras decisiones tras el grave error cometido por el primer banco extranjero del país. Enojado y molesto primero intentó minimizar el fallo: "No fue del banco y sí de un analista que envió el informe sin consultar a quien debía consultar", para después uno de sus ejecutivos asegurar a los periodistas en Río de Janeiro que todos los responsables de la elaboración y la aprobación del texto serán cesados tras una investigación interna, aunque no hay un plazo para la finalización del mismo. 

Consciente de la importancia de Brasil en la estrategia del Santander -representa hoy el 20% el negocio cuando llegó hasta el 28%- aseguró que el gigante sudamericano es su mercado más importante y que el Banco Santander recomienda a todos los ciudadanos invertir en Brasil. "Vengo cada trimestre a este país tan bonito", afirmó Botín para después asegurar que le hubiera gustado visitar el país durante el Muindial, algo que no pudo hacer tras las derrotas de España y Brasil. 

Pero Rousseff es un hueso duro de roer. Botín, acostumbrado en España a loar a socialistas y 'populares' en función de sí están en el poder, pensaba que el asunto se diluiría como un azucarillo en una taza de café. Pero la cuestionada presidenta brasileña no le va a perdonar al Banco Santander que se posicione de forma tan evidente contra ella a dos meses de la primera vuelta de las elecciones justo en el momento en el que algunas encuestas aseguran que Aécio Neves, líder del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), podría llegar al segundo turno de la reelección en igualdad de condiciones. 

La presidenta brasileña no descarta procesar al Banco Santander en Brasil. Dilma Rousseff aseguró a los cuatro periodistas brasileños en Palácio do Planalto que no especularía sobre la decisión que piensa tomar. “Soy la presidenta de Brasil y tengo que tener una actitud prudente”, sentenció para agregar que “conozco bastante bien al presidente del banco y pretendo conversar con él sobre lo sucedido".

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