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Blackstone sube a 10.000 millones su apuesta por España tras el pacto con Popular

Tony James, presidente de Blackstone, en un Comité de Inversiones del fondo.

Blackstone será recordado como el fondo que más apostó por la recuperación inmobiliaria en España. El preacuerdo alcanzado con Santander y Popular, adelantado ayer por este medio, eleva hasta 10.000 millones el dinero comprometido por el fondo en España durante la crisis.

Los activos inmobiliarios del Popular suponen la mitad del cheque extendido por Blackstone en España. Santander pedía unos 4.500-5.000 millones de euros por el 51% de todo el ladrillo del Popular, que está tasado en unos 30.000 millones de euros. Y su consejero delegado, José Antonio Álvarez, era el pasado viernes "optimista" para conseguir un precio cercano al valor neto o con ligeras plusvalías. 

Distintas fuentes consultadas por este medio señalan que Blackstone pondrá unos 1.000 millones de euros en capital y el resto se lo pagará a Santander a través de deuda. Morgan Stanley, asesor de Santander, es el banco que está actuando de agente para captar la deuda. Según las mismas fuentes hay mucho interés en financiar la operación, sobre todo entre los grandes bancos de inversión extranjeros. 

La operación está todavía pendiente de diversas autorizaciones para cerrarse, como la aprobación de Bruselas a la compra de Popular por parte de Santander. Lo que tienen Blackstone y Popular es un preacuerdo. La operación debería llegar a buen término en unas semanas/meses, salvo que el fondo descubra cosas que no le gustan de la cartera o haya problemas en encontrar la financiación.

Gigante como Sareb

Salvo que la operación se tuerza a última hora, Blackstone sumará activos inmobiliarios/bancarios comprados en España por valor de casi 40.000 millones de euros, por los que ha desembolsado en torno a 10.000 millones.

Junto a la del Popular, su mayor operación en España es la de Catalunya Banc: compró 6.400 millones en hipotecas tóxicas de la entidad catalana por 3.600 millones. En los últimos meses ya ha comenzado a desinvertir poco a poco de esta cartera, como otras de las que ha ido comprando en la crisis.

Cartel de una vivienda en alquiler.

Otras de sus adquisiciones fueron el Proyecto Tourmalet, de CaixaBank, con activos por 800 millones; el Proyecto Empire, de Sabadell, con 4.500 pisos; el Proyecto Buffalo, de BBVA; o el Proyecto Aneto, de Sareb.

Junto a los activos bancarios, otra de las grandes apuestas de Blackstone en España son los pisos en alquiler, que gestiona a través de Fidere. En total suma 12.000 viviendas en propiedad. El fondo entró en este segmento con la polémica compra en 2013 de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS). 

Blackstone, como otros fondos oportunistas presente en España, busca posicionarse en sectores tocados para conseguir para sus inversores rentabilidades anuales del 20%.

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