Publicado: 18/11/2015 19:02
El banco británico Barclays ha aceptado pagar una sanción de 150 millones de dólares (141 millones de euros) impuesta por el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York (NYDFS) por manipular la negociación electrónica en divisas, lo que eleva a 635 millones de dólares (599 millones de euros) el importe agregado de la multa del regulador financiero neoyorquino que debe afrontar la entidad según informa Europa Press.
Según NYDFS, la entidad empleaba un sistema denominado Last look mediante el que rechazaba automáticamente órdenes de clientes que no serían rentables
Según NYDFS, la entidad empleaba un sistema denominado Last look mediante el que en determinadas circunstancias rechazaba automáticamente órdenes de clientes que no serían rentables para el banco. "Cuando los clientes preguntaban a Barclays sobre las órdenes rechazadas, Barclays no informó de la razón por la que eran rechazadas y en su lugar citaba problemas técnicos o respuestas vagas", apuntó el regulador financiero de Nueva York.
Además de esta sanción de 150 millones de dólares, Barclays cesará al responsable global de flujo automático de negociación electrónica de renta fija, moneda y materias primas por "mala conducta".
El pasado mayo, dentro de una pesquisa que lleva a cabo el regulador bancario de EEUU, los investigadores hallaron que agentes de diferentes entidades financieras formaron grupos, bajo diversos nombres, con los que contribuían a manipular los tipos de cambio de divisas en el Forex para beneficio de los bancos, y a expensas de los clientes. Tal y como recoge Financial Times, según los reguladores, un empleado del Barclays señaló en un foro de internet que "si no estás engañando, no lo estás intentado", mientras que un agente del mercado global de divisas indicaba "cuanta menos competencia, mejor".
El escándalo del Forex, donde diariamente se fija el tipo de cambio de las divisas a partir del análisis de los volúmenes de negocio de los principales bancos en un periodo corto y concreto de tiempo, se ha convertido en uno de los embrollos más caros de la historia bancaria, y se suma al escándalo de la manipulación del Libor, el tipo interbancario.
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