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Santander desbloquea la venta de la Ciudad Financiera tras una megaoferta de AGC

Edificio principal de la Ciudad Financiera del Santander, en Boadilla del Monte.
El culebrón de la venta de la Ciudad Financiera de Santander está más cerca que nunca de resolverse. El fondo árabe AGC Equity Partners, Santander y la mayor parte de los acreedores han llegado a un entendimiento para desbloquear el proceso, atascado desde hace tres años, cuando entró en concurso de acreedores la sociedad que administra la sede de Santander, Marme Inversiones 2007

La clave ha estado en la nueva oferta presentada en los últimos meses por AGC, de alrededor de 2.800 millones, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. Con esta propuesta, cobrarían todos los acreedores e incluso recuperarían parte del capital los accionistas iniciales de Marme: el magnate del ladrillo Glenn Maud y el fondo Aabar Investments, controlado por IPIC, dueño de Cepsa.

AGC ya ha puesto en conocimiento del juez que lleva el concurso -del Juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid- que la situación está ya lista para desbloquearse. Pero el magistrado ha dejado todo pendiente de la Audiencia Provincial, que todavía tiene que resolver varios recursos previos. Distintas fuentes consultadas señalan que estas resoluciones pueden llegar a final de año o comienzos de 2017. Entonces se pondría en marcha la subasta formal de la sociedad dueña de la Ciudad Financiera, con AGC como principal favorito salvo sorpresa de última hora.

Papel de Santander

Una de las claves para que se haya enderezado la venta de la Ciudad Financiera está en que Santander ha retirado un recurso que amenazaba con eternizar el concurso. Así, el banco presidido por Ana Botín, asesorado por Clifford Chance, decidió presentar un escrito alegando que el plan de liquidación de Marme no estaba teniendo en cuenta su derecho de tanteo, tal y como adelantó este medio.

Junto a ello, Santander contrató a Goldman Sachs para buscar ofertas que se amoldaran más a sus intereses. Paradójicamente, la que está mejor encauzada para ganar -AGC- es la misma que bloqueó el recurso del banco. Según fuentes jurídicas consultadas por este medio, la renta anual que paga Santander -de en torno a 110 millones, con contrato hasta 2048- no va a variar con el nuevo dueño. Pero sí hay otras cláusulas del acuerdo que se van a retocar a favor de Santander.

Los últimos escollos para que se cierre la venta son los recursos presentados ante la Audiencia Provincial de Madrid por el fondo Aabar y la sociedad Edgeworth

El último escollo para que se enderece el proceso es la posición de dos de los inversores que han entrado en Marme Inversiones una vez se produjo el concurso: Aabar Investment, que compró la posición de uno de los accionistas originales, el británico Derek Quinlan, y al que le gustaría ser el comprador de la Ciudad Financiera; y la sociedad luxemburguesa Edgeworth Capital, liderada por el controvertido financiero iraní Robert Tchenguiz.

Fuentes próximas al proceso ven difícil que prosperen sus recursos ante la voluntad de AGC de repagar a todos los acreedores, algo que hasta ahora no había ofrecido ningún inversor. Las últimas ofertas eran de 2.400-2.500 millones.

Origen del problema

Marme Inversiones 2007 entró en concurso de acreedores en 2014 ante la dificultad para pagar su deuda. Esta sociedad nació en 2008 con cargas financieras muy pesadas en el peor momento, poco después de la quiebra de Lehman. Marme pagó 1.900 millones por la sede de Santander en Boadilla del Monte.

Ahora la situación es la opuesta. El buen momento de mercado hace que salir a financiarse sea más barato que nunca en la última década, algo que quiere aprovechar AGC para sellar esta compleja operación.

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