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Empieza el baile: el Gobierno ultima en Bruselas la fusión entre Bankia y BMN

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia.

Bankia absorberá BMN y formará un gran banco nacionalizado. La operación inagurará la próxima (y definitiva) ronda de fusiones que concluirá con la reestructuración del sistema financiero español. El Gobierno, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), se encuentra negociando con Bruselas, en concreto con la Comisaría de Competencia, los términos de la operación. Desde hace unos días, Brusela está analizando una consulta presentada por el FROB para levantar la salvedad que impide a Bankia adquirir otras entidades, según confirman varias fuentes financieras a Vozpópuli. Este veto quedó reflejado en el Memorando de Entendimiento (MOU, en inglés) que concretó los términos del acuerdo de los más de 22.000 millones que recibió el grupo BFA-Bankia en ayudas públicas. De esta manera, se cierra la puerta a la salida a Bolsa de BMN, una opción que ha venido sondeando el equipo de Egea para intentar mantener su independencia.

El objetivo en este caso sería constituir una entidad "más grande y de más valor, de forma que sea más fácil recuperar las ayudas recibidas"

Pese a que la operación viene siendo desmentida por ambas entidades desde hace semanas, la 'parte nacional' de la fusión ya estaría acordada. Todo depende ahora de Bruselas. Precisamente, el visto bueno desde Europa determinará el calendario final de la operación. Algunas fuentes lo encuadran en la última parte del año. "Todo dependerá de Bruselas. En el caso de la compra de la CAM por el Sabadell, la autorización europea se demoró más de lo previsto. Lo mismo puede suceder ahora con la resolución de esta consulta", precisan desde el sector. Esta absorción se enmarca dentro de una "reclasificación" general de las participaciones del Estado.

El objetivo en este caso sería constituir una entidad "más grande y de más valor, de forma que sea más fácil recuperar las ayudas recibidas", explican estas fuentes. Bankia recibió 22.424 millones en dinero público. Por su parte, BMN ha recibido ayudas públicas por 1.645 millones de euros. En concreto, percibió 915 millones de euros a través de una emisión de participaciones preferentes convertibles en acciones suscritas por el FROB, cuya conversión se produjo el 19 de febrero de 2013, y otros 730 millones de euros a través de una ampliación de capital suscrita también por el organismo dependiente del Ministerio de Economía. Hasta la fecha, el Estado ha recuperado 1.304 millones tras la primera fase de la privatización de Bankia. Además, otros 320 millones en dividendos han llegado vía dividendos al FROB, a través de su participación en BFA.

La operación cuenta con toda la lógica desde el punto de vista financiero. Bankia no tiene apenas presencia en Andalucía, Murcia y Baleares, territorios donde BMN sí que goza de una cuota de clientes destacada. "No habría por tanto demasiados solapamientos ni cierres de oficinas", añaden fuentes conocedoras de la fusión de estas dos entidades.

Ambas entidades son complementarias territorialmente. Apenas se tendrían que hacer ajustes y se podrían conservar la mayoría de las actuales dos plantillas. Tanto Bankia como BMN son dos de los bancos que han llevado a cabo una reestructuración más intensa (impuesta por Bruselas).

Disparo de salida a la nueva reestructuración

Una segunda variable relacionada con la integración de BMN en Bankia sería que, según las previsiones de las autoridades españolas, dicha operación actuaría como detonante para la segunda ronda de fusiones tan anunciada en el sector bancario español. Así, al banco presidido por Carlos Egea le seguirían buena parte de las entidades pequeñas, cuya continuidad a largo plazo como bancos rentables de forma independiente estaría más en duda. Fuentes del mercado consultadas por Vozpópuli aseguran que Caixabank y Liberbank protagonizarían la segunda operación. Posteriormente entrarían en juego Unicaja, Abanca e Ibercaja, sin olvidar el gran interrogante que pende sobre el futuro del Popular

Tanto Bankia como BMN son dos de los bancos que han llevado a cabo una reestructuración más intensa, lo que les ha llevado a tener niveles de rentabilidad de los más altos del sector

Esa consolidación es percibida por las autoridades como necesaria para que España continúe aumentando su credibilidad financiera y económica en el ámbito europeo. Algo que en estos momentos se está pidiendo a gritos en países como Italia y Portugal, donde no se ha realizado la reestructuración del sector bancario y donde ya han saltado las primeras alarmas.

Aunque la opción prioritaria desde la firma del Memorando de Entendimiento (MOU) era la venta o salida a Bolsa de BMN, desde hace años la idea de crear un gran banco estatal fusionando las entidades participadas se había instalado en las mentes de los responsables del Ministerio de Economía. Una idea que también aparece en los programas electorales del PSOE y Podemos para la creación de una importante banca pública. Las reticencias mostradas por Bruselas se habrían disipado, por lo que la fusión (más factible a día de hoy que una salida a Bolsa de una entidad pequeña como BMN) sería cuestión de tiempo.

Esta fusión, además, supondría el inicio de la consolidación de todo el sistema financiero español, protagonizada por las antiguas cajas de ahorros (Unicaja, Ibercaja, Liberbank, Abanca...). Salvo en el caso de la entidad dirigida por Manuel Menéndez, son entidades que tienen previsto salir a Bolsa en un plazo medio para reforzar sus estructuras de capital, si bien dada la situación de inestabilidad política y de los mercados, dichas operaciones públicas de ventas se van retrasando cada vez más.

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