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Deloitte y los acreedores de Pescanova quieren que Santander, BBVA y la Xunta muestren más compromiso por la compañía

Deloitte, administrador concursal, y los principales acreedores de Pescanova, quieren que aparezcan más bancos dispuestos a inyectar financiación de urgencia a la compañía y esto pasa, en primer lugar, por Santander y BBVA, aunque también por otros internacionales como Rabobank. Además, esta semana habrá reuniones con la Xunta, para intentar algún tipo de apoyo o garantía por parte de la Comunidad Autónoma. Porque, de momento, los créditos urgentes siguen sin llegar. 

Tal como se ha dicho hasta la saciedad, Pescanova tiene unas necesidades urgentes de liquidez de 55 millones de euros para no colapsar. Ese concepto de ‘colapso’, en definitiva, se identifica con el riesgo de que el producto desparezca de los lineales, cosa que de momento no está ocurriendo. Pero como eso ocurra, los acreedores darán, con toda seguridad, a la compañía por difunta. Por pura carne de liquidación. Por lo tanto, parece que no será bastante con que se presenten las cuentas y se haga público un plan de negocio mínimamente creíble. 

Ultimado, pero no firmado

Fuentes del comité acreedor señalan que “el crédito está ultimado, pero no firmado”, reconociendo que esta afirmación es poco menos que un sofisma. Hay muchas incertidumbres entre el presunto steering comité “que realmente no existe”, señalan las fuentes, una vez que hay ya una administración concursal. Las dudas entre poner más dinero para un futuro incierto o proceder a la asimilación de pérdidas y liquidación del grupo están a flor de piel, pese a las voluntariosas declaraciones sobre la refinanciación.

Así, tanto Deloitte como los miembros del comité delegado (formado Sabadell, Novagalicia, Popular, La Caixa, Bankia, RBS y Deustche Bank) pero insisten en que el grupo de acreedores de emergencia debe ampliarse, con las miradas puestas sobre todo en BBVA y Santander. Los principales acreedores de Pescanova son Banco Sabadell, con 222 millones, Popular (165 millones), Novagalicia (161 millones), CaixaBank (157 millones) y Bankia (126 millones).

Los dos principales bancos tienen posición en Pescanova, pero prácticamente testimonial. Sin embargo, su presencia en la operación otorgaría unas garantías inherentes o, cuando menos, tranquilidad a los demás financiadores. Si ambas entidades se involucran más, abordar una gran refinanciación como deberá ser la de Pescanova se contempla con menos vértigo. Y también se vería con buenos ojos que entraran Rabobank, Espirito Santo y alguno más. En definitiva, que compartan los riesgos lo máximo posible. 

¿Y la Xunta?

Pero hay más. También se buscan apoyos en la Xunta de Galicia. En este sentido, el pasado miércoles tuvieron lugar encuentros entre la CCAA y el administrador concursal y esta semana proseguirán para pactar algún tipo de aval. Aunque los bancos son perfectamente conscientes de que las CCAA no están ahora para ofrecer soporte financiero a casi nada, al menos quieren alguna declaración pública de apoyo. Se prevé que a lo largo de esta semana haya algo concreto. 

En definitiva, nadie quiere que la compañía caiga, pero tampoco se quieren dar más pasos en falso, sobre todo porque la posición crediticia en Pescanova no está provisionada ni cubierta por EPA, ya que, sobre el papel, no era crédito preocupante. 

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