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México, Colombia y Perú vetan los avales de Santander y BBVA a empresas españolas en concursos públicos

Sus cuentas de resultados así lo evidencian. Santander y BBVA son, en estos momentos, dos de las grandes marcas bancarias latinoamericanas. El grupo de Emilio Botín es líder en Brasil. El de Francisco González, por contra, en México. Sin embargo, las dudas sobre la solvencia de España y su inminente rescate han puesto en el disparadero a estos dos gigantes bancarios ante varios gobiernos latinoamericanos, hasta el punto de rechazar a BBVA y Santander como avalistas de diferentes empresas españolas en concursos por empresas estatales.

El veto se ha producido por parte de los gobiernos de Colombia, México y Perú, según confirman varias multinacionales españolas del mundo de la construcción y tecnológico. "Nos piden que presentemos avales de bancos locales para las plicas de ofertas de empresas públicas en vez de los del BBVA y Santander. No dudan de la solvencia de las dos entidades, pero explican que están estigmatizados por el rescate bancario español y por las continuas degradaciones de rating de la deuda soberana española", explican fuentes de un par de empresas españolas instaladas en estos países latinoamericanos.

En el sector financiero confirman la existencia de estos vetos aunque indican que se ha tratado de "situaciones puntuales". "En ningún caso, estas prohibiciones se han convertido en norma, pero sí es cierto que la situación de crisis soberana española ha promovido estas decisiones de diferentes gobiernos latinoamericanos", prosiguen desde la banca. "Ni siquiera el examen de Oliver Wyman, en el que tanto BBVA como Santander han salido reforzados, con una mayor capacidad de generar capital en un escenario estresado, precisamente por su negocio latinoamericano y europeo, ha impedido que se den estas situaciones", reflexionan estas fuentes.

"No dudan de la solvencia de BBVA y Santander, pero aseguran que están estigmatizados por el rescate bancario y las degradaciones del rating de España", explican desde una tecnológica

Las empresas españolas afectadas se quejan de que estos vetos no sólo les impidieron acudir a los concursos en los que se produjo la negativa de estos gobiernos sino que les ha dejado en una situación de desventaja frente a otros competidores. "Para la mayoría de los concursos presentábamos el aval de Santander o BBVA, o el de los dos, en algunos casos. Ahora, tenemos que establecer una relación de confianza con estos bancos locales porque, como les pasa a los dos grandes entidades españolas, cualquier empresa española genera desconfianza en estos momentos. Aunque nos conozcan desde hace años, y hayamos construido alguna que otra de sus más importantes infraestructuras, parece que todo lo español está ahora bajo sospecha. Costará mucho tiempo, si es que lo conseguimos, tener una relación tan fluida como con Santander o BBVA", explican desde una importante constructora.

Los vetos de los gobiernos latinoamericanos se han producido a partir del verano. "Esperemos que no se intensifiquen en el caso de que el nivel de la deuda española llegue al bono basura", explican desde estas multinacionales. Ayer, una semana después de que Standard&Poor's rebajara el ráting de España en dos escalones, hasta “BBB-“, le tocó el turno al sector financiero.

La agencia de calificación recortó la calificación de largo plazo de once bancos y la de corto plazo de cuatro. Tras estos movimientos, BBVA, CaixaBank y Barclays pasan a tener la misma calificación que la deuda soberana española ("BBB-"), a falta de un paso para perder el grado de inversión. S&P explica que "muy raramente" califica una entidad financiera por encima del ráting a largo plazo del país donde reside, lo que la ha llevado a rebajar a estas entidades. En el caso de Santander y su filial Banesto, los analistas de la agencia sí consideran que su calificación es superior a la de España. No obstante, la han rebajado en dos escalones, para que la diferencia se quede en un sólo grado, debido a la estrecha relación entre la solvencia de un país y la de sus bancos.

El sector financiero confirma estos vetos por parte de los gobiernos latinoamericanos, aunque explican que son "situaciones puntuales"

Santander tiene mejor ráting que España también para la agencia Moody’s, que califica al banco con un “Baa2” y el reino con “Baa3”. También en estos casos, las perspectivas son negativas. De hecho, Moody's está revisando la calificación de España y su próximo movimiento, que colocaría la deuda española en el grado de “no inversión” es esperado para finales de mes, lo que ha llevado al Gobierno a tomar diferentes medidas, como informó el pasado sábado Vozpópuli. Entre ellas, la aprobación, el pasado jueves, de una orden ministerial para que las aseguradoras, una de las principales tenedoras de deuda pública, puedan seguir comprando y mantener en sus carteras bonos del Estado español por encima del grado C, dos escalones menos que el bono basura.

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