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Carmena deja en el aire el macroconcurso de basuras de más de 1.000 millones que las grandes constructoras esperan

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena

El futuro de los servicios de limpieza y recogida de residuos en Madrid sigue en el aire cuando se cumplen tres meses desde la celebración de las elecciones municipales y autonómicas. Manuela Carmena, alcaldesa de la capital, ha reiterado que estudia la posibilidad de que estos servicios vuelvan a ser prestados por el Ayuntamiento. Un escenario que hace peligrar el concurso que los grandes grupos constructores aguardan con suma expectación: el de la recogida de basuras del centro y la periferia para la próxima década, valorado en más de 1.000 millones de euros.

Carmena se refirió en concreto a las deficiencias que presenta la limpieza en Madrid, en el transcurso de una entrevista en la Cadena Ser. La alcaldesa señaló que los problemas de suciedad que presenta la capital desde hace un tiempo no están siendo resueltos y que si la situación continúa se plantearía la posibilidad de que el Ayuntamiento recuperara el servicio.

La estrategia ya era contemplada antes de las elecciones por Ahora Madrid, la formación política que lidera Carmena, e incluía también otros servicios, como la recogida de residuos. En todo este tiempo, las alarmas no se han encendido en las compañías proveedoras, las cuales consideran que el Ayuntamiento reconsiderará su postura al comprobar el elevado coste que le supondría ocuparse de estos servicios.

La alcaldesa señaló en una entrevista los problemas de suciedad que presenta la capital, que dijo que no estaban siendo resueltos

Representantes del sector han mantenido diversos contactos con el nuevo equipo de gobierno y con el resto de partidos pero la posibilidad de un cambio de sistema no se ha puesto, por el momento, encima de la mesa.

“Por ese lado no hay preocupación. Se ha hablado de planes de choque para abordar los problemas de diversos distritos en los que el deterioro es evidente. Antes de final de año debe quedar resuelto”, apuntan fuentes próximas a las empresas.

Un proceso varado

Sin embargo, en el ámbito de las compañías sí ha cundido un cierto nerviosismo por el futuro del contrato de recogida de residuos que debería licitarse a finales del presente ejercicio y que volvería a agrupar a toda la capital (en la última época del Gobierno popular se dividió en dos: centro y periferia). Un contrato a largo plazo, al menos 10 años, para el que las grandes del sector llevan tiempo afilando sus armas.

De hecho, la polémica surgida a raíz de la adjudicación del contrato de la periferia a la UTE formada por ACS y Ferrovial, a finales del pasado 2014, estaba relacionada con el futuro macroconcurso que, ahora, parece estar más en el aire que nunca. La adjudicataria realizó una oferta con una notable baja que hacía prácticamente imposible hacer rentable el contrato pero, a cambio, metía la cabeza en un territorio que, hasta ese momento, era coto prácticamente vedado de FCC.

De esta forma, ACS y Ferrovial tomaban posiciones con vistas al gran contrato de recogida de residuos que está por llegar y ganaban puntos para optar a él, aún a costa de perder dinero por la baja superior al 10% que presentaron en aquel momento.

A estas alturas, poco o nada se sabe del proceso para la adjudicación del megacontrato, que debería haberse puesto ya en marcha, al menos en sus fases iniciales. Esta circunstancia sí ha llamado la atención en el ámbito empresarial, en el que, desde el primer momento, han considerado las palabras de Carmena sobre la posible recuperación de la gestión de los servicios como populistas. Sin embargo, por el momento no les queda otro remedio que esperar acontecimientos.

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