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Castigo bursátil a las constructoras: incierto futuro de los contratos de servicios en Madrid y Barcelona

Los posibles cambios en los ayuntamientos de Madrid y Barcelona no han sentado bien a la cotización de los grandes grupos de construcción y servicios. La incertidumbre en torno al futuro de determinados contratos en las dos grandes capitales españolas ha llevado a los inversores a deshacer posiciones en compañías como FCC, ACS y Sacyr, que registraron descensos superiores al 2% en la sesión bursátil de este martes.

El resultado obtenido por Ahora Madrid en las elecciones municipales del pasado domingo podría llevar a Manuela Carmena a tomar el bastón de mando de la alcaldía de la capital, siempre y cuando cuente con el apoyo del PSOE, con el que trata de cerrar un acuerdo. Durante la campaña, Carmena manifestó su intención de que determinados servicios, como los de la recogida de basuras, vuelvan a ser prestados por el propio Ayuntamiento y no por empresas privadas, como sucede en la actualidad.

Precisamente, esta circunstancia se produce cuando los grandes grupos que prestan estos servicios están muy pendientes de la licitación de un gran contrato integral para la recogida de basuras en Madrid, que debería llevarse a cabo a finales del presente ejercicio.

El futuro de la gestión de estos servicios también es incierto en Barcelona tras el triunfo de la coalición Barcelona en Comú, liderada por Ada Colau.

A vueltas con la recogida de basura

Entre los valores penalizados por estas circunstancias destaca FCC, que registró un descenso del 3,5% en la sesión de este martes. El grupo que preside Esther Alcocer Koplowitz mantiene el contrato de recogida de basuras en los distritos del centro de Madrid y también cuenta con importantes concesiones en Barcelona, algunas de ellas históricas, toda vez que el germen de la empresa se sitúa en la Ciudad Condal.

ACS y Sacyr también han padecido las consecuencias de los resultados electorales. El grupo presidido por Florentino Pérez se ha dejado cerca de un 2%. La compañía es una de las que con mayor firmeza pretende pujar por el citado macrocontrato de recogida de basura que está pendiente de licitación en el Ayuntamiento de Madrid.

Su filial Urbaser, en UTE con Cespa (Ferrovial) se adjudicó el contrato para los barrios de la periferia de la capital gracias a una oferta que generó una fuerte polémica por incluir una baja superior al 10% en un proceso ya muy ajustado desde el punto de vista económico.

La intención de ACS era contar con un punto de partida que sirviera de referencia para optar al gran contrato, aunque fuera con una oferta prácticamente a pérdidas. Sin embargo, la apuesta de la compañía podría quedar en una fallida tentativa si los nuevos gestores del Consistorio madrileño cambian de modelo y resuelven a favor de un retorno a lo público de estos servicios.

Incertidumbre bursátil

Por su parte, Sacyr perdió cerca de un 2,5% durante la sesión. La empresa ha potenciado de una forma notable su división de servicios en los últimos años y ha empezado a ser uno de los contratistas de referencia en grandes administraciones públicas. Es el caso de Madrid, donde se adjudicó dos lotes del gran contrato para la limpieza viaria y de zonas verdes.

De este proceso, por cierto, quedó fuera ACS, aunque posteriormente fue compensado con adjudicaciones como la comentada de la recogida de basura en la periferia o la del servicio de recogida urgente de residuos urbanos (Selur).

Por el momento, nada hay decidido, ni siquiera en la composición de las corporaciones municipales (mucho menos en las estrategias futuras). Pero los inversores miran con desconfianza el contenido de los programas electorales y no hay que olvidar que la incertidumbre es uno de los factores que influye de forma más negativa en los mercados.

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