Publicado: 10/09/2012 04:00
Los grandes grupos constructores españoles salieron satisfechos de la cumbre hispano-germana que tuvo lugar el pasado jueves. La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró especialmente receptiva con la idea que le trasladó Seopan, la patronal de las principales empresas del sector, acerca de buscar vías de financiación alternativas para que grandes infraestructuras no se queden por el camino por falta de liquidez. En juego, suculentos contratos como el corredor mediterráneo y el frustrado AVE a Lisboa, entre otros.
En líneas generales, los empresarios alemanee que acompañaron a Angela Merkel el pasado jueves en su visita a España fueron mucho más receptivos con sus colegas españoles que la canciller. Pero si hubo una propuesta que logró despertar el interés de la mandataria fue la realizada por la patronal de grandes constructoras para que los grandes proyectos de infraestructuras no sufran en demasía los efectos de la crisis.
En el encuentro estuvo presente Baldomero Falcones, presidente y consejero delegado de FCC y que también se encuentra en la actualidad al frente de Seopan dentro del nuevo sistema de presidencia rotatoria que rige la patronal constructora. Falcones trasladó a la canciller la necesidad de contar con su apoyo para recurrir a vías de financiación alternativa para grandes proyectos de infraestructuras. De acuerdo fuentes cercanas a los presentes en el encuentro fue uno de los pocos asuntos por los que Merkel se mostró más que interesada.
Se trata de una idea que ya tiene algunos años de vida, que cuenta precisamente con Falcones como uno de sus grandes defensores y consiste en tratar una mayor involucración de organismos supranacionales como el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) e incluso contar con el apoyo del Banco Central Europeo (BCE). Estas instituciones cuentan con la ventaja de no tener problemas de liquidez ni endeudamiento con lo que actuación en estos casos podría ser ágil y flexible.
En juego se encuentran numerosos proyectos que están sufriendo considerables retrasos o que, directamente, han sido suspendidos por la complicada situación financiera de algunos países. En este último caso se encuentra el tren de alta velocidad a Lisboa, que fue fulminantemente detenido por el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, en cuanto se hizo con las riendas del Gobierno luso. En este caso, hubo empresas españolas perjudicadas como Abertis y ACS que se quedaron sin los contratos que habían logrado, valorados en más de 1.000 millones de euros.
La fundamental bendición de Alemania
También está en juego el corredor mediterráneo que, si bien cuenta con las bendiciones comunitarias, éstas no han llegado precisamente en el mejor momento para desarrollarse debido a la milmillonaria inversión necesaria. En estos ejemplos, Merkel pudo apreciar casos en los que se fomenta el crecimiento y se crea empleo y riqueza y que, sin embargo, están paralizados por los problemas financieros que arrastran países como España y Portugal.
A lo largo de su nueva etapa, Seopan ha tratado de tender puentes con estos organismos para trasladarles la idea aunque resulta fundamental el apoyo de los principales miembros de la Unión Europea, especialmente de Alemania, para poder llevarla finalmente a cabo. La respuesta de Merkel el pasado jueves hace concebir esperanzas más que fundadas.
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