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Airbus cuestionó hace tres meses el desarrollo del avión siniestrado en Sevilla

El A400M de Airbus en vuelo

La fabricación del A400M ha estado sometida en los últimos meses a una fuerte presión por los sobrecostes de 551 millones de euros que generó su desarrollo al grupo Airbus en 2014. El accidente ocurrido el sábado en Sevilla, en el que fallecieron cuatro empleados de la empresa y otros dos sufrieron heridas graves cuando se estrelló un aparato en pruebas que iba a ser entregado a Turquía, obligará ahora a la multinacional europea a replantearse el programa. Durante el fin de semana los países que han adquirido el modelo, Francia, Turquía, Reino Unido, Alemania, y Malasia, han interrumpido las operaciones con el avión. El grupo que el viernes cerró en Bolsa a más de 63 euros por acción tras subir un 5% podría sufrir este lunes un duro castigo en su cotización.

Para el CEO de la división militar, la situación del programa del A400 "no es de recibo"

La compañía procedió a principios de enero a reestructurar la cúpula ejecutiva al frente del programa del A400M, nombrando al español Fernando Alonso director de la unidad de negocio responsable del modelo reemplazando a Domingo Ureña-Raso, que había presentado su dimisión tras seis años como primer ejecutivo en el grupo europeo. Las declaraciones de los principales ejecutivos de Airbus y los comunicados en los que la empresa justificó los cambios dejaron en mal lugar a los anteriores responsables del programa del avión militar.

"No hemos logrado resultados al nivel que esperábamos en cuanto a la integración de capacidades militares y aumento de producción"

"No hemos logrado resultados al nivel que esperábamos en cuanto a la integración de capacidades militares y aumento de producción", dijo el pasado 29 de enero Bernhard Gerwert, consejero delegado de Airbus Defence and Space, una de las tres divisiones a través de las que opera el grupo (las otras son Airbus -fabricante de aviones comerciales-, y Airbus Helicopters). "Esta situación no es de recibo y debemos encontrar una solución", advirtió el ejecutivo.

Además del nombramiento de Fernando Alonso en sustitución de Ureña-Raso, la multinacional aeronáutica decidió traspasar las actividades relacionadas con la industrialización del A400M de la división Military Aircraft a Operaciones de la División, dirigida por Pilar Albiac-Murillo. "Esperemos que el nuevo equipo aborde rápidamente las deficiencias existentes de la forma más eficiente posible", señaló el consejero delegado de Airbus Defence and Space. El comunicado en el que Airbus anunció los cambios de dirección en el desarrollo del avión de transporte militar insistió en que estos "harán posible que el programa del A400M, así como su industrialización, estén en condiciones de abordar las deficiencias que presenta actualmente".

Aunque Airbus ha elevado sus ingresos por ventas de los A400M (el primer aparato lo entregó en 2013) hasta los 1.600 millones de euros en 2014, el pasado año el grupo decidió en el último trimestre incorporar en las cuentas del ejercicio pasado un cargo adicional de 551 millones de euros asociado al programa A400M. "Tras haber entregado ocho aparatos A400M en 2014", señala el grupo en sus últimas cuentas anuales, presentadas el pasado mes de febrero, "el programa está en una fase de mejora sobre las prestaciones militares con retrasos incluidos". A finales de 2014, explica la compañía, se ha "revisado la evolución del programa y como resultado Airbus Defence and Space ha registrado en base a una mejor estimación financiera una carga adicional de 551 millones para el periodo terminado el 31 de diciembre de 2014".

Ocho países han encargado 174 aviones A400M

El proyecto del A400M es el más ambicioso de la división militar del gigante aeronáutico europeo. El mercado de aviones de transporte militar de gran capacidad ha estado siempre controlado por Estados Unidos, tanto por sus fabricantes (Boeing, Lockheed Martin) como por sus decisiones de compra. "El A400M representa la entrada del grupo en este mercado en un momento en el que naciones en todo el mundo van a comenzar a reemplazar sus flotas actuales", indica el grupo europeo en su memoria del año 2014. Ocho países han cursado órdenes de compra de 174 aparatos A400M a Airbus: España, Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, Reino Unido, Turquía, y Malasia, habiéndose entregado hasta finales de 2014 diez unidades, a Francia, Turquía, Reino Unido y Alemania. Malasia ha solicitado cuatro aparatos, habiendo recibido uno el pasado mes de marzo, según las cuentas de Airbus del año pasado.

La fuerza aérea francesa fue la primera en recibir el A400M, en 2013, cuando se hizo con dos aparatos; ese año Turquía recibió otro. El pasado año el grupo entregó otros cuatro aviones A400M a Francia, dos a Turquía, uno a Alemania, y otro a Reino Unido.

Airbus ingresó el pasado año 60.713 millones de euros (57.567 millones en 2013). De las tres divisiones del grupo, sólo la de Defensa y Espacio registró menores ventas. La división encargada de la fabricación y comercialización de aviones comerciales, Airbus, facturó 42.280 millones (2.786 millones más que en 2013 y 4.656 millones más que en 2012); Airbus Helicopters generó 6.524 millones en ventas (227 millones más que en 2013 y 260 millones más que en 2012). Airbus Defence and Space ingresó el pasado año 13.025 millones de euros, 96 millones menos que en 2013 y 495 millones menos que en 2012.

La multinacional aeronáutica europea emplea a 138.622 personas en el mundo, de las que 38.637 trabajan en la división militar y espacial. En España, 12.449 personas están empleadas en Airbus, 1.232 más que en 2013.

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