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Abengoa encara un mes y medio de infarto para evitar el concurso de acreedores

Planta de Abengoa en Chile.

Abengoa tiene hasta el próximo día 28 de octubre para presentar en el juzgado mercantil de Sevilla un acuerdo de refinanciación y las adhesiones pertinentes al mismo para evitar el que sería el mayor concurso de acreedores de una empresa en España. La compañía encara la recta final de un proceso en el que lleva inmersa cerca de un año y que ha supuesto por ahora miles de despidos en el mundo, venta de activos, reorganización de su cúpula ejecutiva, y una negociación interminable con bancos acreedores, bonistas, y proveedores.

Los representantes legales de la compañía y de los bancos acreedores y fondos de inversión han retomado recientemente los encuentros para "dar forma legal", explican fuentes cercanas al grupo energético, al acuerdo de refinanciación comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores el pasado 11 de agosto. El acuerdo contempla que diez sociedades de inversión extranjeras inyectarán 655 millones de euros y pasarán a controlar el 50% del capital. Los principales bancos acreedores -Santander, Bankia, CaixaBank, Popular, y Credit Agricole- aportarán otros 307 millones en avales. Las entidades que mantienen más de 8.000 millones de deuda de Abengoa, bancos y bonistas en su mayoría, tienen la posibilidad de capitalizar el 70% de los créditos y recibir el 40% del capital. La familia Benjumea y sus socios pasarán de controlar el 51% al 5%.

En Brasil el Gobierno trata de traspasar los proyectos de Abengoa a otra compañía

Una vez las representaciones legales de la compañía y las entidades financieras y fondos de inversión redacten el acuerdo, Abengoa tiene previsto convocar junta de accionistas y abrir el proceso de adhesiones al contrato de refinanciación. El grupo requiere que el 75% de los acreedores se adhieran al mismo. Por último, el juez del mercantil debe aprobarlo.

Además del proceso concursal en España -la compañía está en preconcurso de acreedores desde el pasado mes de noviembre- Abengoa encara los mismos procesos en Estados Unidos y en Brasil.

En Estados Unidos la multinacional española tiene previsto cerrar venta de activos por valor de 355,4 millones de dólares, 317 millones de euros, el próximo 30 de septiembre, y después presentará un plan de liquidación al Tribunal de Insolvencias del país.

En Brasil la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), que regula el sistema eléctrico brasileño, advirtió a la compañía española que podría perder los derechos de obra sobre nueve proyectos de construcción adjudicados entre 2012 y 2014. A mediados de agosto la agencia Reuters informó que en un encuentro con periodistas el ministro de Energía, Fernando Coelho Filho, había comentado que el Gobierno pretendía volver a licitar los mismos proyectos.

Mientras que Abengoa trata de cerrar el acuerdo antes del 28 de octubre, compañías como la mayor aseguradora de Suiza, Zurich Insurance, o el fondo estadounidense de infraestructuras EIG esperan que el juez del mercantil de Sevilla se pronuncie sobre su solicitud de impugnación del anterior acuerdo de homologación. El juzgado sevillano aceptó el pasado mes de abril prorrogar las negociaciones entre Abengoa y sus acreedores cuando ya se había cumplido el plazo contemplado por la Ley Concursal para negociar un convenio que evitara la declaración de concurso. El juez todavía no se ha pronunciado sobre la solicitud de estas empresas, que no ven otra salida que el concurso de acreedores de Abengoa.

El expresidente del grupo, Felipe Benjumea, y el exconsejero delegado Manuel Sánchez Ortega, afrontan la apertura de juicio, previsiblemente antes de fin de año, por la comisión de presuntos delitos de administración desleal. Los dos ejecutivos cobraron 23,98 millones en 2015, el año en el que Abengoa entró en preconcurso y registró pérdidas de 1.213 millones.

Extra de julio

En un año Abengoa ha pasado de emplear a 32.000 personas en el mundo a 17.000 en la actualidad. En España el grupo ha comenzado a aplicar un Expediente de Regulación de Empleo Temporal que, según explican fuentes sindicales, en principio iba a afectar a medio millar de personas y finalmente han sido menos de 350.

La plantilla de la compañía, que en el último año ha sufrido varias demoras en el pago de sus nóminas, no ha cobrado todavía la extra del mes de julio. Las fuentes consultadas indican que el mes de agosto ha sido ya retribuido.

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