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AENA sondea a posibles nuevos socios con respuesta unánime: aún hay mucha deuda

José Manuel Vargas tutela la privatización de AENA

La abultada deuda de AENA sigue preocupando a los inversores interesados en el proceso de privatización del gestor aeroportuario español. Al menos, es la impresión extraída del proceso de captación de futuros socios de la compañía con vistas a una salida a Bolsa que está en principio prevista para la primavera del próximo año.

No obstante, es algo más que un indicio habida cuenta de lo que sucedió con el planteamiento inicial del Gobierno de que el Estado se quedara con una posición mayoritaria en AENA, una idea que contó con la oposición de la mayoría de los interesados en acudir al proceso de privatización.

Ante esta situación, el Gobierno dio marcha atrás y ahora la operación está planteada para vender un 60% del capital.

Ahora, el punto más comprometido es el de la deuda. Algunos interesados se han mostrado inquietos por el hecho de que AENA está reduciendo su endeudamiento, superior a los 10.000 millones, a un ritmo demasiado pausado, hasta el punto de que la compañía ha recibido opiniones que apuntan a que la fecha prevista para la privatización es algo precipitada, aunque fuera retrasada en relación con lo inicialmente previsto, es decir, a finales del presente ejercicio.

Cambio de estrategia

De hecho, en las últimas semanas AENA ha modificado determinadas estrategias, especialmente en lo que se refiere a los mercados exteriores, maniobras que irían en línea con el deseo de los potenciales socios de que acelerara el recorte de su deuda. Así, el gestor aeroportuario español ha renunciado a participar en el proceso de privatización de aeropuertos brasileños, una decisión que se ha justificado por la introducción de una serie de cambios en las condiciones del proceso.

Del mismo modo, la empresa está buscando comprador para su participación en la mexicana GAP, en la que participa junto a Abertis, según una información publicada por el diario Expansión, que apunta a que la compañía pública ha contrado para que le asesore en tal fin a BBVA.

Así, la empresa que preside José Manuel Vargas quiere correr los menores riesgos posibles y cumplir los deseos de los interesados en entrar en el capital cuando éste se abra. Otra de sus inquietudes es, por supuesto, la situación de uno de los principales activos de AENA, el aeropuerto de Madrid-Barajas, que ha perdido más de ocho millones de viajeros en los últimos dos años.

En general, los inversores también se han mostrado preocupados por el hecho de que tan sólo nueve aeropuertos de la red son rentables en la actualidad.

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