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Florentino manda a su sucesor a apagar un incendio de 5.000 millones en Leighton, filial australiana de ACS

Marcelino Fernández Verdes, señalado por Florentino Pérez como su sucesor en ACS

Todas las miradas en ACS se posan en Marcelino Fernández Verdes después de que el presidente de la compañía, Florentino Pérez, le designara por sorpresa y en un entorno tan peculiar como una entrevista televisiva como su sucesor al frente del grupo constructor y de servicios. Sin embargo, su primera misión después de anunciarse su condición de heredero no será nada fácil. El que fuera presidente de Dragados toma los mandos de una filial de ACS que atraviesa una situación más que comprometida.

La semana pasada se anunció que Fernández Verdes, hasta ahora consejero delegado de Hochtief, filial alemana de ACS, también sería el primer ejecutivo de Leighton, subsidiaria australiana de Hochtief, en la que también han aterrizado como consejeros dos hombres de confianza de Pérez: José Luis del Valle, el eterno secretario del consejo de ACS, y el ex presidente de Fenosa Pedro López Jiménez.

El desembarco en Leighton de tan destacadas figuras de ACS tiene su explicación en el complicado escenario en el que se mueve la compañía australiana. Desde que el grupo español tomó el control de Hocthtief, las finanzas de Leighton han ido de mal en peor.

Considerada la joya de la corona del gigante alemán de la construcción (hasta el punto de que en su día se dijo que la intención de ACS al comprar Hochtief era llegar hasta Leighton), la situación de la empresa australiana ha llegado al límite, con una deuda que supera los 5.000 millones y unos resultados que hacen temer un recorte del dividendo.

Al borde del bono basura

Esta situación ha llevado a las agencias de rating de amenazar con rebajar la calificación sobre la deuda senior de la compañía, que ya se encuentra muy próxima a perder el grado de inversión y pasar así a la categoría de bono basura.

Unas circunstancias que incluso han comenzado a generar preocupación en las administraciones locales ya que Leighton es uno de los grandes contratistas de obra pública en Australia. Las autoridades de Nueva Gales del Sur, estado situado al sureste del país oceánico y que tiene como capital a Sydney, han encendido las alertas por su exposición a Leighton.

En medio de este incendio llega Fernández Verdes, con la intención de apagarlo y también de buscar unas soluciones que, al parecer, pasarían por la venta de algunos activos de Leighton, pese a su carácter de estratégicos.

Entre ellos, la constructora John Holland, a través de la que la compañía australiana logra múltiples contratos en la región de Asia Pacífico.

¿Fusión con Hochtief?

Hace algo más de una semana, Hochtief anunció que incrementará su participación en Leighton, un movimiento que fue interpretado en el mercado como un anticipo de lo que podría ser la fusión de ambas compañías. Es otra de las posibilidades que están encima de la mesa y que, a partir de ahora, deberá analizar Fernández Verdes.

Al clima de tensión que se vive en Leighton se completa por el hecho de que la influencia de ACS en su gestión ha ido en aumento en los últimos tiempos a pesar de que Florentino Pérez se comprometió a que la compañía australiana mantendría la independencia de la que siempre presumió cuando Hochtief no estaba bajo el control de la compañía española.

El desembarco de Fernández Verdes, López Jiménez y Del Valle ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Además, el ejecutivo deberá compatibilizar su cargo con el de consejero delegado de Hochtief, empresa que está en pleno proceso de transformación precisamente bajo su tutela. Por el momento, Fernández Verdes no tendrá mucho tiempo para pensar en su papel en la sucesión de Florentino. 

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