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Economía

Una década perdida: los intereses de la deuda pública, como en 2000

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro

La crisis de España se explica por un problema financiero y de endeudamiento, explicó ayer el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso. Y, a partir de ahí, la regla de tres es simple: a mayor endeudamiento, más intereses. Así, el peso de la carga de intereses sobre el PIB sufre una década perdida y se remonta a niveles de 2000.

Hacienda admitió ayer que 2012 verá un incremento de la deuda pública en relación al PIB hasta el 79,8%. Lo que, a su vez, le costará dinero al contribuyente: la friolera de 28.848 millones de euros por pagos de intereses de la deuda del Estado. O lo que es lo mismo, España dedicará el 2,71% de su PIB por el coste de su mora.  

Con la oleada de recortes, el Gobierno busca recuperar la confianza de los mercados. Algo que al final de cuentas se traduce en un coste para los contribuyentes. Pero a las tijeras de Montoro se les ha escapado los intereses de la deuda, que no han hecho sino crecer. ¿El motivo? “La evolución de la deuda pública española y las condiciones de los mercados financieros”, se indica en los Presupuestos.  

Prima de riesgo

Los mercados han situado a España en su objetivo de mira y la evolución de la prima de riesgo preocupa. Ayer, el diferencial del bono español con el alemán se situó en los 350 puntos básicos, tras varios días de subidas y bajadas.

La cuestión no es baladí, ya que repercute en el bolsillo de los españoles. El año pasado, la prima de riesgo española aumentó considerablemente, lo que ha conllevado un encarecimiento de la deuda. Pero, ¿qué pasaría si España no convence a los inversores? “Si se dispara la prima de riesgo, las nuevas emisiones del Tesoro serán más caras. Y, en un contexto de necesidad de financiación y con recesión, el pago de la deuda puede hacerse explosivo”, apunta el economista Alejandro Inurrieta.

Los Presupuestos del Gobierno toman seriamente esta consideración: “si el tipo de interés de nuevas emisiones –de deuda– se sitúan por encima del tupo medio de la deuda en circulación, el Tesoro empezaría a refinanciarse con nueva deuda a emitida a tipos mayores”. Lo que fuentes del sector traducen a un idioma más comprensible: “Es una forma de decir que lo que emita el Gobierno este año saldrá más caro. Por poner un ejemplo: digamos que la deuda que vence ahora tiene un tipo de interés del 3%. Si para pagarla tengo que emitir al 4%, esta deuda será aún más cara”.

“Mayores necesidades de financiación derivadas de la situación económica actual, supondrían una tendencia al alza más acusada del tipo medio de la deuda en circulación y por ende de los gastos financieros”, se indica en el texto de los Presupuestos. Esto es, los contribuyentes ya pueden ir aflojando el bolsillo.

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