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Banca

Las salidas de Saracho en el Popular: captar otros 2.500 millones o acelerar la venta

Emilio Saracho, futuro presidente de Banco Popular.

Banco Popular se pone en el punto de mira para una posible operación corporativa. La llegada de Emilio Saracho a la presidencia no hace sino acentuar los rumores en torno a la entidad. La cuestión es si será una fusión rápida o si la entidad española aguantará un tiempo, se saneará y después buscará una integración. Este segundo escenario es el que más cuadra a las grandes entidades españolas, como Santander, CaixaBank, BBVA y Sabadell.

Aun así, fuentes financieras consultadas por Vozpópuli señalan que a la entidad que más encajaría es Bankia, por sinergias, complementariedad de negocios y la experiencia en integraciones del equipo liderado por José Ignacio Goirigolzarri. Al banquero vasco le gusta mucho el negocio sano de Popular, por lo que no se lo pensaría dos veces si le surgiera la oportunidad. Pero tendría que lidiar con la oposición de los grandes bancos, la dificultad de compaginar la operación con la fusión con BMN y habría que acelerar antes parte de la privatización.

Lo que todo el mundo da por hecho es que Banco Popular va a necesitar capital a corto plazo. Al menos 2.500 millones de euros, ya que la ampliación que realizó en junio -otros 2.500 millones- se quedó corta. Tanto Morgan Stanley como Alantra (N+1) señalaban ayer esta cifra. Fuentes próximas a la entidad señalan que los 2.500 millones captados en junio sólo cubrían la recompra de Aliseda a Värde Partners, por cerca de 1.000 millones, y elevar las provisiones de los suelos en el balance de la entidad, según el plan de Ron.

Más pérdidas

Ahora, como cualquier gestor que coge una entidad en crisis, Saracho se encargará antes que nada de reconocer las pérdidas latentes en el balance del banco. Esto implicaría a corto plazo superar de largo las pérdidas de 2.000 millones previstas para 2016, según los datos facilitados a inversores en el folleto de la ampliación de capital. Credit Suisse las eleva por encima de los 2.400 millones y fuentes financieras las elevan incluso por encima de los 3.000 millones.

El reto de Saracho será cómo captar capital ante estas pérdidas: otra ampliación como la de junio se antoja difícil tras el castigo recibido por los accionistas desde entonces; una fusión; o una ampliación dirigida a grandes inversores institucionales. En principio, el Banco de España apoya una salida en solitario a corto plazo.

El Banco de España cree que Popular puede resistir en solitario a corto plazo

Es en este punto donde todos los ojos apuntan a la familia Del Valle y otros accionistas mexicanos, que en conjunto controlan un 4,25% del capital. Tras toda la presión realizada para relevar a Ron de su cargo, estos inversores tienen que dar un paso adelante. Se rumorea una posible toma de control apoyada por el banco de inversión Mediobanca, de Borja Prado.

Borja Prado, presidente de Endesa.

Del Valle ya impulsó hace unos meses una posible fusión con Banco Sabadell, paralizada por el propio Ron, y ha estudiado otras compras bancarias en España. Su posición en Popular está apalancada, por lo que tiene una gran presión para cambiar el rumbo de la entidad y buscar una operación con la que salir con ganancias. Para Morgan Stanley, Popular podría tener sentido para un competidor a un precio de entre 1 y 1,6 euros por acción, hasta un 70% más de los 0,94 euros por título a los que cerró ayer.

Candidatos

El posible comprador que más gusta en Popular es Santander. La llegada de Saracho, viejo conocido de Ana Botín, podría acercar esta posibilidad. Pero al igual que sus grandes competidores, Santander no está hoy por hoy por la labor de tomar el control de una entidad con más de 30.000 millones de euros en activos problemáticos. Otra cosa sería que se saneara antes.

También cobra fuerza la posible absorción por parte de BBVA, con la que habría mantenido reuniones recientemente, según Expansión. Para Morgan Stanley, la operación tendría sentido ya que permitiría a la entidad presidida por Francisco González reducir su exposición a emergentes como México, en plena crisis por la llegada de Trump a la Casa Blanca. Sin embargo, la operación necesitaría que BBVA ampliara capital.

Morgan Stanley cree que Popular encajaría en algún competidor a un precio de entre 1 y 1,6 euros por título

En el caso de las entidades catalanas, CaixaBank y Sabadell, su balance es mucho menor que el de Santander y BBVA, y por tanto quedarse Popular con 30.000 millones en activos improductivos sería un riesgo para la entidad resultante. A no ser que se saneara antes.

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