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Economía

La relajación del déficit podría elevar 0,5 el PIB en 2012 y un punto en 2013

La economía española podría mejorar medio punto de PIB en 2012 y hasta un punto durante 2013 si Bruselas aplazase el objetivo de déficit del 3 por ciento hasta 2014 y éste se prorratease entre los dos ejercicios. Según estudios del FMI basados en la evidencia empírica, por cada punto del PIB en recortes fiscales se pierde entre 0,7 y 0,4 puntos del PIB, con unos efectos similares para el empleo. Y viceversa: si se retrasa el tijeretazo de un punto en un ejercicio entonces se podría ganar entre 0,5 y 0,7 puntos del PIB dependiendo del entorno económico.

El mismo jefe de BBVA Research para Economías Desarrolladas, Rafael Domenech, fijaba esta relación en un punto de reducción de déficit por 0,5 de crecimiento durante la presentación del informe de situación de España publicado por el servicio de estudios del banco. Y hace unas semanas el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, pedía a Europa que aminorase el ritmo del ajuste. 

Además, los expertos señalan que el establecimiento de una senda fiscal más creíble también puede tener efectos balsámicos sobre la actividad. Los analistas del mercado apuntan que uno de los principales problemas de nuestra economía, aparte del sistema financiero, es que el esfuerzo de austeridad se torne demasiado grande en muy poco tiempo y, para colmo, en un contexto recesivo. De modo que una consolidación de los presupuestos más progresiva también contribuiría a una rebaja en la prima de riesgo y por tanto facilitaría la financiación… siempre que quede claro que se va a cumplir con un marco razonable de reducción del déficit. Es decir, los mercados premiarían una ruta de adelgazamiento del Estado mucho más creíble y esto se traduciría en unas décimas más de crecimiento, sobre todo en 2013.

El mayor ajuste de la historia

De hecho, BBVA destacaba ayer que el ajuste fiscal que tiene que llevar a cabo España representa el mayor emprendido por una economía desarrollada en la historia en medio de una recesión. Y esto encima se ve dificultado por el hecho de que se ha desvanecido el alivio que supuso la inyección de liquidez del BCE en los primeros meses de 2012. En estos momentos, parece que se ha entrado en una suerte de trampa liquidez y lo que Mario Draghi presta a la banca no llega a la economía real, algo que ha arreglado mucho mejor la Reserva Federal de Estados Unidos al comprar en los mercados de activos y reactivar sus precios.

Algunos economistas piden que se tenga en cuenta el déficit estructural y no sólo aquél que es producto del ciclo económico y de desembolsos puntuales. Según los datos de BBVA, si se continuase con el actual plan marcado por Bruselas, el déficit estructural de España se quedaría en el 2 por ciento del PIB en 2012 y en el 0 por ciento en 2013, logrando antes de tiempo el objetivo de déficit estructural contemplado en los acuerdos europeos.

Durante 2013, la meta puede resultar más asequible si la economía del exterior tira. Y, por supuesto, todas estas cifras dependerán de que no haya peores vaivenes en los mercados. Este viernes conoceremos si la UE prevé para nuestro país una caída muy fuerte del PIB, lo que abriría la puerta a que se tenga en cuenta el ciclo de la economía que atravesamos y, en consecuencia, Bruselas suavice la difícil tarea que tiene España por delante para reconducir las cuentas.   

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