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Economía

España aumenta la productividad un 1% gracias al paro

Un 53% de las empresas destruyeron empleo en el primer trimestre del año
Imagen de archivo de gente haciendo cola en una oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

La masacre en el empleo produce efectos curiosos en las estadísticas: en el último trimestre de 2011, se produjo un fuerte incremento de la productividad laboral del 0,8%, la segunda mayor de los 34 países que componen la OCDE, según un informe reciente del organismo multilateral. ¿La explicación? La sangría del paro, explica el propio autor de la dicha estadística, Frédérique Parrot, desde París.  

La productividad es un concepto aludido hasta la saciedad por los economistas para generar crecimiento económico. En los países más avanzados su secreto se esconde en la a inversión en capital fijo y humano. Pero la crisis ha propiciado que el sueño dorado de una economía más productiva en España haya llegado de la mano de la destrucción de empleo.

El año pasado, España cerraba el año con un balance pésimo: 5.273.600 desempleados, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Esto es, a lo largo del año, 600.000 personas perdieron su puesto de trabajo. Una velocidad muy superior a la caída del PIB, que explica ese fuerte aumento en la productividad del trabajo del 0,8% en el tercer trimestre de 2011, apunta Parrot.

Pero, ¿cómo se traduce este efecto estadístico a la economía real? Las empresas han efectuado un ajuste de plantilla, no por el empleo fijo, sino por el eventual, explican fuentes del sector. “Si a esas personas que trabajan con contratos temporales no las renuevas y redistribuyes el trabajo alargando e intensificando la jornada laboral, aumentas la productividad”.

Remuneración salarial, en el furgón de cola europeo

Las estadísticas también arrojan otros datos llamativos en relación a los costes salariales. Los costes unitarios de mano de obra -un indicador que refleja la evolución de la remuneración del factor trabajo y la relaciona con la productividad- están al alza en la eurozona: un 0,6% de media en el cuarto trimestre de 2011. Y en esto, también España vuelve a ser la excepción que confirma la regla: es el único país de la periferia del euro que no experimentó un aumento -a excepción de Grecia-. Más bien al contrario, se produjo un retroceso del 0,4%. “Efectivamente. La evolución de los salarios también ha sido negativa”, confirma el experto de la OCDE.

La reducción en la remuneración salarial fue significativa. Meses antes de que el nuevo Gobierno implementara la nueva reforma salarial, los datos del organismo multilateral reflejan un a fuerte contracción del 0,4% en los últimos tres meses del año, que contrasta con el aumento del 0,5% registrado en el trimestre precedente. En los otros tres países de referencia de la eurozona, Alemania, Francia e Italia, la tendencia fue la opuesta: un incremento mayor que en el trimestre precedente de estos costes unitarios laborales con un 1,1%, un 0,7% y un 0,8% respectivamente.

Y de nuevo la magia de la estadística: "la masa salarial ha bajado, pero el número de personas asalariadas lo ha hecho aún más. Y, como resultado, la remuneración por trabajador disminuyó", recalca Parrot.

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