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Economía

Francisco Fonseca: “la medicina para España va a ser amarga y el esfuerzo brutal”

Francisco Fonseca, director de la Comisión Europea en España.

Francisco Fonseca es director de la Comisión en España. En su opinión, la eurozona y España tienen aún un largo camino por delante para reequilibrar sus cuentas y reemprender la senda del crecimiento. Fonseca cuenta también cómo ha sido el proceso de negociación del déficit entre España y Europa.

Ha habido un intenso tira y afloja entre Gobierno y Comisión Europea. Al final el objetivo nuevo objetivo de déficit para España se ha fijado en el 5,4% del PIB. Pero, ¿qué pasaría si la economía empeorara y finalmente no se cumple con él?

Si el Gobierno español incumple las recomendaciones y las obligaciones jurídicas del Pacto de Estabilidad hay un procedimiento de sanciones previsto. Le recuerdo que la Comisión acaba de abrir la semana pasada un proceso sancionador contra Hungría. Pero estoy convencido de que no llegaremos a eso.

Puedo decir que el Gobierno español está actuando firmemente para respetar sus compromisos para llegar al 3% en el año 2013 y demostrar que la economía española es una economía saneada. La medicina va a ser amarga y el esfuerzo brutal, pero es imposible pensar en que la zona euro va a consolidar un crecimiento razonable y estable si no acabamos con la práctica de financiarnos vía crédito.

El crédito ha sido una fuente de financiación fácil. Hemos llegado a situaciones en la que muchos Estados han perdido credibilidad financiera frente a las agencias de calificación. ¿Cómo se vuelve a  rencontrar el camino? Con el equilibrio en las finanzas nacionales y haciendo sostenible el gasto público. Y a partir de ahí, hay que poner en práctica medidas sostenibles en la economía que permitan el crecimiento económico.

Rajoy apelaba a la soberanía nacional cuando anunció un objetivo de déficit del 5,8%. Pero ha sido el Ejecutivo europeo quien ha impuesto el 5,3%. ¿A quién compete el déficit?  

Desde que empezó la crisis económica estamos estableciendo un sistema de gobernanza económica dentro de la zona euro. Esta gobernanza económica no viene dada por los tratados, que sí contemplan la política monetaria. Y en materia de concepción de políticas económicas los Estados deben coordinarse entre ellos. Este sistema funcionó así en los primeros ocho años de la vida del euro hasta la crisis económica. Ahora, todo el mundo ha convenido que si por un lado los Estados han perdido una competencia soberana tan obvia en un momento de crisis como es devaluar o revaluar la moneda, también convendría que hubiera un ejercicio mancomundado del  Gobierno económico.

¿Se refiere al Pacto de Estabilidad?

Exactamente. Eso se ha traducido, en primer lugar, en el six pack: las seis propuestas legislativas que garantizan el respeto de los compromisos, que se traduce en el Pacto de Estabilidad Plus. En él, hay tres partes: reglas de gobernanza, incluida supervisión; Pacto de Estabilidad Plus; toda la cuestión de vigilancia presupuestaria encomendada a la Comisión. Y en este contexto, hay unas obligaciones jurídicas muy claras: todo Estado de la zona euro no puede sobrepasar el 3% den su déficit público. ¿Qué ocurre si nos los saltamos? Ahora hay mecanismos para impedir que esto sea así. Esos mecanismos antes no eran vinculantes. Ahora sí.

El objetivo de déficit del 3% está en el Tratado desde Maastricht. Hasta ahora hemos conseguido el objetivo de inflación, pero no hemos cumplido ni en deuda pública ni en déficit. Al terminar 2011, España decía que iba a estar en torno al 6,4%. Pero nos dimos cuenta de que esto estaba basado en previsiones de crecimiento muy optimistas. Al tiempo, el Gobierno español empezó a dar señales que el objetivo del déficit del 6,4% no iba a cumplirse. El Gobierno español indicó que el PIB podría no llegar al -1% pronosticado por la Comisión sino al -1,7%.

¿Y en cuanto a la revisión de las cifras?

En base a estas perspectivas, el Gobierno español solicitó la revisión las cifras de déficit para 2012. ¿Qué dijo la Comisión? Nosotros examinaremos las cifras cuando el Gobierno español presente las cifras a finales de marzo. Y en esas cifras, queremos que el Gobierno español explique claramente por qué se ha desviado el déficit del 6,4% al 8,5%. En segundo lugar, queremos saber las medidas que va adoptar el Gobierno español para ajustar y no para relajarse en cuestiones de déficit. Y hasta que no tengamos estas cifras, estas previsiones y estas explicaciones, la Comisión Europea no se va a pronunciar. ¿Qué ocurre? Que el presidente Rajoy explicó a la prensa que iba a ser imposible llegar al 4,4% y que solo podría llegar al 5,8%. Además lo dio con cifras…y decía que el Gobierno español iba a realizar unos recortes presupuestarios de casi 30.000 millones de euros, pero que no podía más.

¿Y el argumento de negociación?

Dicho de manera sencilla. El argumento de negociación consistió en decir: tú esperabas 6,4% de déficit en 2011 y yo me comprometí a 4,4% en 2012. Esto es, bajar 2% puntos en un año. Si ahora tengo un 8,5%, bajar hasta el 4,4% ya son 4,1%. Si explicas a la Comisión que esto es estructural, es decir, que el dinero no se ha gastado alegremente y que se está decidido a acortarlo, pues negociemos. No puedo bajar cuatro puntos de golpe, pero tampoco solo voy a bajar dos puntos, por lo que me quedo a mitad de camino: tres. Así que el Gobierno ha propuesto 5,8%.

La semana pasada llegó a España una comisión técnica de expertos de la Comisión Europea. Estuvimos estudiando las cifras con el Gobierno español y discutiéndolas a fondo. Y en base a eso, la Comisión este pasado lunes 12 de marzo en la reunión del Eurogrupo propuso lo siguiente: bajo reserva de confirmación formal, esto es, anteproyecto del presupuesto 2012 y confirmación oficial del 8,5% de déficit que lo hará Eurostat solamente el mes de abril, y visto la situación del Gobierno español, entendemos que haya que flexibilizar ese 4,4% pero no aceptamos 5,8%. Vamos hasta el 5,3%.

¿Esto qué significa? Pues es sentido común. En mi opinión, no es que se trate exactamente de jugar al póquer. Pero todos sabemos que en cuestiones de negociación internacional algo de eso hay. Gobierno y Comisión se reúnen, vamos a bajar dos puntos -antes eran cuatro-, bajamos tres… Y el Ejecutivo español aceptó finalmente la propuesta de la Comisión del 5,3%.

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