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Economía

Los abogados temen el lavado de dinero al comprar casas a cambio de la residencia

El Salón Inmobiliario de Madrid, celebrado este mes.

Las miles de viviendas sin habitar, hijas del boom inmobiliario, que pueblan España son una pesada carga para un sector financiero al que la crisis le quitó casi todo el oxígeno. Para intentar dar salida al excedente de pisos construidos sin vender, el Gobierno baraja la idea, según adelantó el lunes el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, de conceder el permiso de residencia a aquellos extranjeros que adquieran una casa por un importe superior a 160.000 euros. La medida, concretó García-Legaz, está especialmente enfocada al mercado ruso y chino.

La noticia corrió como la pólvora en China, donde ha sido uno de los temas más comentados en Weibo, el Twitter chino, según explica Kurt Gröstsch, de la empresa Chinese Friendly, especializada en asesorar a compañías españolas en su relación con el país oriental. “En China está bloqueada la compra de una segunda vivienda precisamente para evitar una burbuja inmobiliaria, así que esta puede ser una oportunidad para ellos de tener una. Además, muchos chinos piensan en el futuro de sus hijos, en que pasen largas temporadas en España para estudiar”, relata Gröstsch. La cifra de 160.000 euros marcada por el Ejecutivo no es, según él, especialmente elevada y pone como ejemplo que es lo que puede costar una vivienda en el extrarradio de Shangai. Gröstsch se muestra optimista y considera que la medida del Gobierno puede funcionar, aunque advierte que “China tiene muchos novios y no solo se fijan en este país para invertir”.

Segunda vivienda

El que también opina que la idea barajada por el Ejecutivo puede dar buenos frutos es José Parra-Moreno, director General de Grupo MAIN, que ha construido en España urbanizaciones destinadas a personas procedentes de China. “En nuestro caso son gente que llegaron hace muchos años en no muy buenas condiciones y que a base de trabajar han conseguido hacer dinero y ahora son de clase media”. La razón de su optimismo con respecto a la norma, que no afecta a sus potenciales clientes ya que en su mayoría tienen permiso de residencia, es su experiencia hace unos meses en un salón inmobiliario en Moscú. “La gente se muestra reticente a comprar una vivienda aquí si cada 3 o 4 meses tiene que estar renovando papeles”. Por ello si se facilitan los trámites, Parra-Moreno opina que se rompe una barrera que perjudica al sector inmobiliario.

SOS Racismo: "El Gobierno usa la ley de extranjería sin ningún sentido"

Una de las personas que intenta que los rusos que quieran comprar viviendas en España no encuentren tantas barreras es Ylia Soloviova, gerente de Tu Casa Rusa, que ofrece asesoramiento y acompañamiento a sus compatriotas. Según Soloviova, los rusos que ponen sus miras en casas españolas lo hacen con la idea de tener una segunda vivienda, de ahí su proliferación en los últimos años en las localidades de la costa, y el no tener permiso de residencia retrae a algunos de sus compatriotas a la hora de comprar. Al igual que Gröstsch, ella considera que 160.000 euros no es una cifra muy elevada. “Los que vienen a España son gente de dinero en Rusia, con buenos trabajos en los que cobran 3 o 4 veces lo que se gana aquí. Por ello no pienso que la mayoría vengan con intención de quedarse y trabajar o invertir aquí. Creo que vendrán a descansar atraídos por los precios de la vivienda y la gastronomía”.

Las que no están nada contentas con la norma son algunas de las asociaciones de inmigrantes. Una de ellas, SOS Racismo, considera que es “una muestra más de como el Gobierno usa la ley de extranjería sin ningún sentido". “La gente está perdiendo sus casas y ahora resulta que el problema es que las empresas no encuentran compradores”, señala un portavoz de la asociación que considera que el anuncio hecho por el secretario de Estado de Comercio no es más que “un globo sonda”.

Lavado de dinero

El uso del Gobierno de la ley de extranjería también es motivo de crítica por parte del abogado Marcelo Belgrano, miembro de la subcomisión de Extranjería del Consejo General de la Abogacía. Belgrano, que trabaja a diario con personas procedentes de otros países, califica de “errática” la política del Ejecutivo de Mariano Rajoy en materia de inmigración. Además, explica que las asociaciones de inmigrantes con las que tiene un contacto directo consideran que “es una tomadura de pelo dar el permiso de residencia por comprar un piso”.  

La subcomisión de Extranjería en la que participa Belgrano está presidida por el letrado Pascual Aguelo que recuerda que la residencia para inversores ya está regulada en otros países como Portugal, Irlanda o Canadá. Sin embargo, Aguelo se muestra preocupado porque esta norma se convierta en una forma de lavar dinero negro. Por ello pide que de llevarse a cabo, “lo que supondría una nueva situación administrativa”, habría que controlar la procedencia del dinero con el que se paga el inmueble. Además, advierte que podrían surgir problemas adicionales como regular la manera en que estos extranjeros tributarían en España.

Ante las críticas aparecidas tras el anuncio hecho por el secretario de Estado de Comercio, una muy esquiva Marina del Corral Téllez, secretaria general de Inmigración y Emigración, se ha limitado a señalar que no quiere opinar sobre el tema porque todo son especulaciones y aún no hay una norma firme.

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