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Economía

La crisis se lleva por delante 23 millones de tarjetas bancarias de los españoles

Imagen de la sede del Banco de España.

La crisis ha vaciado de tarjetas los bolsillos de los españoles. Un total de 23 millones de Mastercard, Visa o American Express han desaparecido de las carteras en los últimos siete años. Si en 2008, en pleno boom inmobiliario, se registraba el máximo histórico de 79,2 millones de tarjetas bancarias en circulación, los efectos de la crisis han reducido el número hasta los 56 millones.

El año pasado acabó con 56 millones de plásticos, como se dice coloquialmente en el sector bancario, según los datos que aparecen en la Memoria de Supervisión del Banco de España de 2014, publicada este martes. Una tendencia que sigue dibujándose a lo largo del presente ejercicio. La estadística del Servicio de Pagos del supervisor nacional, que muestra una foto más actualizada, confirma que se han reducido en un 1,39% el número de tarjetas en circulación. Los plásticos de crédito descienden en un 0,47%, mientras que las de débito caen un 4,52%.

Precisamente, este último tipo de plásticos es el que acumula una mayor caída en estos siete años de crisis. Algo más del 25%, desde los máximos de 31,5 millones, frente apenas 8% de las tarjetas de crédito. En el sector explican este desfase en varios motivos. "La población echó el freno al consumo por las incertidumbres sobre su futuro laboral y, una de las primeras medidas, fue deshacerse de este tipo de plástiscos que reduce al instante el saldo familiar", explican desde el sector. Otra de las razones que explican esta fuerte reducción se basa en la concentración bancaria fruto de las fusiones entre las antiguas cajas. Mínimamente, también ayudan a esta reducción la desaparición de las tarjetas monedero que se han sustituido por otros medios de pago, como el pago por móvil. En 2008, existían casi 4 millones de este tipo de plásticos.

Las tarjetas de débito son las que acumulan mayor descenso, con una caída del 25%, frente al 8% de las de crédito

Las tarjetas de crédito, sin embargo, sí dibujaron crecimientos en determinados momentos de esta etapa de crisis. En 2013, se produjo una reactivación de los plásticos en circulación, con un crecimiento del 4,68%, mientras las de débito bajaron un 3,58%. "Los clientes intentaron sortear la sequía de crédito con el aumento de tarjetas de pago aplazado al aumentar sus decisiones de compra debido a una mayor estabilidad laboral", señalan desde varias entidades.

Estas tarjetas, como su propio nombre indica, tienen asociado un crédito, cada uno con sus propias características dependiendo de la entidad que expida el plástico. La entidad bancaria cobrará comisiones solo en caso de que se use el crédito disponible. Así, se confirma que cada vez más personas cuentan con un medio de pago a crédito y, en consecuencia, las entidades proporcionan dinero a modo de préstamo rápido para otorgar al cliente liquidez en un momento determinado.

A menores tarjetas, el gasto, sin embargo, crece desde 2014. Las compras pagadas con dinero de plástico alcanzaron un importe global de 111.404 millones de euros, lo que supone un leve incremento, del 2% respecto al ejercicio anterior, pero sirvió para batir el récord en montante económico. La estadítica proyecta que se incrementará el gasto en este 2015. Hasta marzo, el crecimiento del gasto con la tarjeta alcanzaba un 3,49%.

Sin embargo, la reactivación del dinero de plástico (en débito y crédito) es muy superior a la mejora real del consumo porque en el crecimiento de la práctica de pagar con tarjeta intervienen aún factores como la penetración de su uso en algunos sectores de la población y la mayor disponibilidad para pagar algunos productos y servicios. Eso explica que, pese a lo duro de estos cinco años de crisis, en los que el comercio cerró cada ejercicio con caída de ventas, el volumen de compras con tarjeta de débito o crédito solo bajara en 2009 y en 2012.

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