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Economía

Santander cambia el paso con Podemos: pasa del temor de Botín a aceptar un encuentro con Iglesias

Javier Marín, CEO del Santander.

No hay un pronunciamiento abierto. Pero entre líneas, el Santander apoya una gran coalición entre PP-PSOE. "La economía necesita dos cosas: estabilidad y continuar con la agenda de reformas", entiende Javier Marín, consejero delegado del grupo. Las últimas encuestas sobre intención de voto, incluso el esperado sondeo electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dibuja un panorama político multicolor, que necesitaría de la fuerza de los dos grandes partidos para mantener esa legislatura estable que se reclama desde las empresas del Ibex ante el creciente apoyo que registra Podemos.

Para Emilio Botín, ex presidente del Santander, era importante que hubiera un partido socialista fuerte como alternativa. Así se lo confesó a un grupo de periodistas en Italia apenas tres días antes de su fallecimiento. Tras los buenos resultados de Podemos en las elecciones europeas y en las encuestas, Botín temía que la división y fragmentación del voto acabasen provocando un escenario político de ingobernabilidad.

Los sondeos confirman ya ese tablero multidisciplinar del que pretendía huir Botín. Con Podemos, según algunas encuestas, como primera fuerza política en intención de voto. Una situación que ha llevado al Santander a cambiar el paso con respecto al partido de Pablo Iglesias. Como reconoció el propio Marín, los representantes de la entidad están dispuestos a mantener un encuentro con los líderes de Podemos. "Con Podemos, como con cualquier otro partido, estamos abiertos a una reunión", confirmó el consejero delegado, poco receptivo a opinar sobre el fenómeno que está suponiendo esta nueva formación política.

"La economía necesita dos cosas: estabilidad y continuar con la agenda de reformas", sostiene Marín

Hasta la fecha, ningún representante de Podemos ha efectuado movimiento alguno para mantener algún tipo de encuentro con el sector financiero, pese a las quejas públicas manifestadas por el propio Iglesias. "No he tenido ninguna llamada ni contacto con nadie del Ibex, ni siquiera para intentar comprarme", aseguró el líder de Podemos en el programa 'Salvados'. Tampoco en el sentido inverso. Pese a que el ascenso de la formación preocupa en el sector financiero aún no se ha producido ningún movimiento entre las entidades para conformar una postura común ante las insinuaciones de Podemos de elevar la presión fiscal a las grandes empresas o su intención de aprobar medidas destinadas a democratizar la dirección de las entidades bancarias.

Podemos cuenta con siete grandes propuestas para "reorientar el sistema financiero para consolidar una banca al servicio del ciudadano". Ampliar las competencias de organismos públicos de crédito como el ICO de forma que se garantice al crédito a sectores excluidos. Garantizar del fujo de crédito a tipos de interés preferentes hacia PYMEs, cooperativas y autónomos, priorizando aquellas empresas que se rijan por criterios democráticos y de responsabilidad social, ética y medioambiental. Promocionar la banca ética y cooperativa. Establecimiento de una tasa sobre los benefcios bancarios para la reinversión productiva. Regulación pública de los tipos de interés básicos de la economía. Prohibición de los instrumentos financieros propicios a la especulación financiera, como los fondos buitres. Reorientación de instituciones como el FROB y la SAREB para convertirlos en instrumentos dedicados a la recuperación de las ayudas públicas concedidas a la banca. Creación de una banca pública con gestión democrática bajo control social efectivo, a partir de las antiguas cajas de ahorros convertidas hoy en entidades bancarias y recapitalizadas con dinero público.

Pese al calado de las medidas que propone Podemos para la banca, el sector está, a día de hoy, más implicado en el tema soberanista catalán. Especialmente, Caixabank y Sabadell.

Hasta la fecha no se ha producido ningún tipo de acercamiento entre la banca y Podemos por la inacción de ambas partes

La oferta a Podemos y la defensa de Rodrigo Rato como consejero asesor internacional marcaron una presentación de resultados en la que Marín no descartó crecer en Portugal, pese a que el Santander está aprovechando la crisis de NovoBanco, antiguo Banco Espirito Santo, para ganar cuota en depósitos. La entidad con sede en Boadilla está interesado en tener mayor masa crítica en el mercado portugués. Para ello, negoció con BBVA la compra de su filial lusa. Ahora, sin embargo, el objetivo es NovoBanco.

Por contra, Marín ha descartado interés alguno en el banco italiano Monte dei Paschi, la entidad del país transalpino que ha suspendido el examen europeo a la banca con unas mayores necesidades de capital. "No ha habido contactos", ha dicho.

En cuanto a los resultados, el beneficio de los nueve primeros meses creció un 32%, hasta 4.361 millones tras el mejor trimestre en ganancias de los últimos tres años. Una tendencia que el CEO del Santander confirma en incrementar en los próximos meses por el menor coste del pasivo, la mejora en el coste del crédito y la paulatina reducción de costes. De hecho, Marín ha señalado que el grueso del ahorro de costes previsto para los próximos años se ejecutará en España y Brasil. El banco ha aumentado sus objetivos de ahorro. Así, la nueva previsión contempla una reducción de costes de 1.000 millones en este ejercicio (pues los 750 inicialmente fijados ya se han conseguido en septiembre), 1.600 millones en 2015 (frente a los 1.250 millones inicialmente estimados) y 2.000 millones en el año 2016, lo que supone 500 millones más.

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