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Economía

Santander prevé que el BCE corte el grifo de la financiación a Grecia el 20 de julio

Un grupo de jubilados hacen cola para poder cobrar los 120 euros de su pensión.

Con los billetes de 20 euros agotados en los cajeros de los bancos griegos, un millar de oficinas bancarias tomadas por la policía para que los pensionistas puedan retirar sus 120 euros semanales, el comienzo de la escasez de alimentos y medicamentos en algunos hospitales, la confirmación del impago al Fondo Monetario Internacional... Bajo este cocktail explosivo, la actuación del Banco Central Europeo (BCE) es el hilo que mantiene a Grecia con la respiración asistida. La línea de liquidez de emergencia (ELA) de 89.000 millones, confirmada este martes por Mario Draghi tras la reunión del Eurogrupo, se mantendrá hasta el próximo 20 de julio, según los analistas de Santander.

La situación, sin embargo, sufrirá un giro radical a partir de esa fecha, según un informe del banco rojo enviado este martes a sus clientes. "Consideramos que el BCE podrá esperar al 20 de julio antes de cerrar definitivamente el grifo del ELA, a la espera de que en el interin se pueda alcanzar una solución política", explican los analistas del banco presidido por Ana Botín. A su juicio, la respuesta del supervisor europeo al impago griego al FMI "de haberla, será testimonial", pese a que consideran que la presión por parte de algunos miembros del consejo del BCE para que Draghi corte definitivamente el ELA "irá in crescendo".

Otra decisión, radicalmente diferente, adoptará el BCE en apenas 18 días. Ese próximo 20 de julio expira el vencimiento de las obligaciones del Tesoro heleno con el BCE por valor de 3.500 millones. Este pago del rescate da inicio al intenso calendario de compromisos de Grecia en verano. Aparte de este pago, también deberá 2.000 millones a otros acreedores y 452 al FMI. El mes de agosto puede convertirse en un calvario para Grecia si se cumplen los peores pronósticos. Sus pagos previsto para este mes se resumen en: 3.200 millones al BCE, 1.000 millones a otros acreedores y 176 millones al FMI.

"El BCE no puede tomar una decisión drástica sobre el ELA pero sí mandar un mensaje claro de sus limitaciones en un escenario de este tipo", explica el informe de Santander

Si no paga, la banca griega perderá acceso al BCE, que dejará de mantener económicamente al país, cuya situación de bancarrota será de no retorno. Los bancos griegos necesitarían ser recapitalizados después de que accionistas y bonistas sufrieran quitas. Queda la duda de que sucedería con los depósitos. En el caso del rescate a Chipre, los titulares de pasivo por encima de 100.000 euros sufrieron también un 'bail in'. Ahora se desconoce si podrían incluso recuperarse los depósitos por debajo de esa cantidad a la espera de que sucedería con el futuro de Grecia en el euro o, por el contrario, tuviera que acudir a una nueva moneda.

Tras la ruptura de las negociaciones entre Bruselas y Atenas, escenificada este miércoles tras la reunión del Eurogrupo, hasta que se celebre el referéndum del próximo domingo, los analistas de Santander consideran que el BCE "puede llevar la batuta del 'culebrón' griego a partird e ahora, sobre todo facilitando decisiones a nivel político. En primer lugar, influyendo en un cambio de actitud del electorado ante la votación".

"Una limitación del ELA, la petición de más contrapartidas o interrumpirlo hasta que la banca griega asegure su solvencia serían elementos de presión. El BCE no puede tomar una decisión drástica sobre el ELA pero sí mandar un mensaje claro de sus limitaciones en un escenario de este tipo. La posibilidad de poner un límite a la retirada de depósitos y control de capitales en el país es ahora mayor que nunca, algo que puede hacer virar hacia el 'sí' el resultado de las encuestas a medida que se acerque el 5 de julio", sentencian los analistas de Santander.

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