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Economía

España gana competitividad a costa del paro: los empleados cargan con el trabajo de los despedidos

Andalucía, Cataluña y Valencia acumulan la mitad de parados del país
Cola de parados a las puertas de una oficina del SEPE.

La productividad está subiendo en España y lo hace de manera paralela al desempleo: quienes conservan sus puestos de trabajo están asumiendo la carga de trabajo de quienes lo pierden. De hecho, desde que comenzó la crisis también comenzó a repuntar la productividad española algo que, según la OCDE se debe fundamentalmente a dos factores: se está despidiendo a los trabajadores con contratos temporales y a quienes trabajaban en la construcción.

En un documento titulado Análisis de la productividad en España antes y durante la crisis, la OCDE afirma que “las enormes pérdidas de empleo tras 2007 provocadas por la crisis global y la explosión de la burbuja inmobiliaria” explican las fuertes mejoras en la productividad. Sin embargo, en el extracto que ayer publicó el Ministerio de Economía se omite esa variable y se atribuyen las mejoras de productividad a “la moderación salarial” y al “efecto de la divisa”. 


El Ministerio de Economía traduce al castellano sólo las ganancias de productividad por el tipo de cambio 

Según el Informe Trimestral de Competitividad del segundo trimestre de 2012 del Ministerio de Economía las ganancias de productividad se deben al tipo de cambio (el euro se ha depreciado un 3,4% en ese periodo lo que significa que exportar los mismos productos con la etiqueta “Made in Spain” resulta ahora un 3,4% más barato) y a una contención de los salarios y el IPC. 

La OCDE afirma que los despidos temporales suponen un incremento permanente de la productividad mientras que los ocurridos en la construcción sólo supondrán un alivio “temporal”.


La inmigración aumenta la productividad en España

La crisis ha expulsado también a los inmigrantes. Esa salida de extranjeros, afirma la OCDE, ha contribuido a aumentar ligeramente la productividad española puesto que los inmigrantes han sido empleados en sectores muy intensivos en mano de obra tales como la construcción.

Sin embargo, los estudios de la OCDE afirman también que esa norma tiene una excepción: los inmigrantes que hablan español han contribuido a aumentar las tasas de productividad de nuestro país hasta ahora y su salida puede dañar a la producción española puesto que sus niveles de estudio suelen ser mayores a los de los españoles mientras sus salarios quedan por debajo de la media nacional. Con la crisis se marcha, pues, una mano de obra más cualificada y más barata que la española pero con mayor capacidad de movilidad. 

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