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Economía

Los 'hombres de negro' están en España desde el día 15 negociando el rescate

El desembarco de los hombres de negro en nuestro país ya tiene fecha: el viernes 15 de junio aterrizó la delegación de la Comisión Europea que faltaba para completar la temida Troika, el grupo que controla los rescates en la eurozona compuesto por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.

Los trabajadores del FMI y del BCE ya llevaban varios días en España porque participaban en el proceso de auditoría de nuestras entidades financieras. Pero una vez se confirmó la línea de rescate a España, Bruselas exigió que la Comisión y la European Banking Authority (EBA, el órgano supervisor de la banca europea) examinasen también la restructuración bancaria española.

Desde el viernes 15 de junio, todos ellos tienen en Madrid una atareada agenda con reuniones en el Banco de España, el Ministerio de Economía y Moncloa. Y no sólo han dado el visto bueno a las auditorías de Oliver Wyman y Roland Berger publicadas el pasado jueves. Además, han estado negociando los términos del rescate a España, el llamado Memorandum of Understanding (MoU), un documento en el que se incluirán todas las condiciones de los préstamos.

El contenido de estos encuentros no se ha limitado exclusivamente al sistema financiero. Las reformas de la Economía española y las medidas para reconducir el déficit público también han sido discutidas. Algunas fuentes cercanas al Gobierno admiten que en estas conversaciones se está presionando para que el Ejecutivo tome más iniciativas en el ámbito fiscal, pues los ingresos se están desviando.   

Fruto de estas sesiones de trabajo, saldrán unos borradores con toda la información y las recomendaciones sobre las que luego los líderes europeos, el BCE, la Comisión y el FMI acordarán el documento final.

Una fuente de este ámbito reconocía que, evidentemente, Alemania quiere impedir que los fondos pudiesen ir directamente a los bancos sin pasar por el Estado para asegurarse de que el Ejecutivo de Rajoy cumplía con las cuentas públicas. Es decir, si el Gobierno no se ciñe a sus compromisos macroeconómicos con Bruselas, puede perder la línea de crédito.

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