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Economía

El petróleo libio vuelve a inundar España

Libia, tradicionalmente uno de los principales proveedores del petróleo que consume España, vuelve a inundar el mercado nacional tras el parón de 2011, provocado por el conflicto bélico que acabó con el linchamiento y asesinato del dictador Muamar el Gadafi en octubre pasado.

Mucho antes de lo previsto, el país norteafricano ha vuelto a ocupar un lugar destacado entre los suministradores a España. Ya es el quinto más importante, tras dispararse su aportación en febrero pasado: se ha más que duplicado con respecto a enero, de acuerdo con los últimos datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), publicados esta semana.

En lo que va de 2012, la cuota de Libia en las importaciones españolas de petróleo alcanza ya el 10,1%, frente al exiguo 2,2% de 2011, un ejercicio en el que el suministro se interrumpió a partir de febrero como consecuencia del conflicto. El precio del barril de crudo Brent, de referencia para Europa, se disparó, lo que forzó a la Agencia Internacional de la Energía (AIE) a liberar, ya en julio, una pequeña parte de las reservas estratégicas de petróleo de sus socios (pensadas para afrontar situaciones de emergencia). 

En 2010, antes de que comenzasen las revueltas, Libia supuso el 13% del crudo consumido en España. El país norteafricano, que antes de la guerra era el trigésimo productor mundial, se caracteriza por un crudo muy ligero, de alta calidad, ideal para su conversión en gasolinas.

Los campos de Repsol en el país, que dejaron de producir en febrero de 2011 y reanudaron su actividad en octubre pasado, ya están a pleno rendimiento, confirman desde la petrolera.

"Inicialmente, los analistas decían que llevaría años recuperar la producción libia, porque no se conocían muy bien los efectos de la guerra sobre las instalaciones", explica Álvaro Mazarrasa, director general de la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), patronal de las petroleras.

El repunte de la aportación de Libia ha permitido compensar la caída de las entradas de crudo iraní, cuya cuota se ha quedado en el 5,6% entre enero y febrero, frente al 14,7% de 2011. La razón es el embargo decretado en enero por la UE al petróleo de Irán, que estará plenamente vigente a partir de julio.

Lo que no ha mejorado respecto a hace un año es la coyuntura de precios del Brent, que ha llevado a los carburantes a batir máximos históricos en España durante este año.

En cuanto a la demanda, esta sigue en caída libre como consecuencia de la recesión que atraviesa España. En febrero, el consumo de productos petrolíferos se anotó un descenso del 3,7%, que podría haber sido muy superior. Cores recuerda que el pasado febrero fue bisiesto (tuvo un día más) y registró unas temperaturas "extraordinariamente bajas", lo que siempre incentiva el consumo.

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