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Economía

Montoro avisa: la confianza de los acreedores se hundirá si la izquierda gana el 20D

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso.

El análisis que se hace desde el Ministerio que dirige Cristóbal Montoro es muy sencillo. La deuda pública supera el billón de euros, más del 97% del PIB, de los cuales más de la mitad está en manos de acreedores extranjeros. Gracias a su confianza, el Tesoro ha emitido en los últimos años una media cercana a los 350.000 millones de euros a unos tipos de interés muy favorables que en nada se parecen a los de 2012. Si el PSOE ganara las próximas elecciones generales, esta confianza se truncaría pues Pedro Sánchez ha prometido enterrar o paralizar buena parte de las reformas hechas por el Gobierno de Mariano Rajoy, desde los controles presupuestarios para las distintas administraciones hasta la revisión de los objetivos de déficit, por lo que el 20-D supone a ojos del Gobierno una cita decisiva que marcará de forma determinante la senda de la recuperación.

Hacienda acentúa la importancia de la reducción del endeudamiento privado y la creciente capacidad de financiación frente al exterior

Desde Hacienda se recuerda que con otra política económica diferente, más flexible en la consolidación fiscal, los acreedores dejarían de financiar la deuda pública, que ha sufrido una evolución ascendente en los últimos años debido a las medidas de rescate a las comunidades autónomas y ayuntamientos que, a través de mecanismos como el Fondo de Liquidez o el pago a proveedores, han facilitado el acceso a los mercados de buena parte de estas instituciones.

Este aumento del endeudamiento público ha ido paralelo a la intensa bajada del privado, facilitado en parte por una política tributaria que ha limitado la deducibilidad de los gastos financieros sobre las bases imponibles. Según datos del Banco de España, el pasivo neto del sector privado ha pasado del 67% en 2008, primer año de la crisis, al 14,3% del PIB este año. El endeudamiento bruto de los hogares ha disminuido desde 2012 en más de 134.000 millones, hasta los 733.000. Montoro defiende la necesidad de imponer esta misma tendencia en el sector público, pues es lo que permitirá mantener la apuesta internacional por España.

grafico Desendeudamiento

Otra de las fortalezas que el equipo de Hacienda ve en la economía española deriva de su creciente capacidad de financiación frente al exterior. Los últimos datos reflejan que esta capacidad llega al 2% del PIB, más de 4.000 millones de euros, algo que puede ayudar a compensar la caída de las exportaciones. En todo caso, es algo imprescindible para reducir la deuda externa y se ha conseguido gracias al duro ajuste realizado en el déficit. Este Gobierno lo cogió en el 9% y va a dejarlo, décima arriba o abajo, en el 4,2%, algo sin precedentes.

A juicio de Montoro, es obligado que el Gobierno que salga de las urnas se deje de ambigüedades y apueste de forma clara por la senda de reducción del déficit comprometida con Bruselas, algo que no está nada claro en el caso del PSOE teniendo en cuenta que Pedro Sánchez ha avalado la rebelión de las ocho comunidades en las que su partido gobierna o influye en contra de estos compromisos, a pesar de que el responsable de su programa electoral, Jordi Sevilla, ha dicho que su cumplimiento es una línea roja. Hacienda dejó claro en el último Consejo de Política Fiscal que no está dispuesta a ceder en la obligación de las comunidades de respetar el 0,3% de déficit para el año que viene, el 0,1% para 2017 y el cero en 2018. Si el PP sigue en el Gobierno no habrá, pues, menú de consolidación fiscal a la carta, teniendo en cuenta, además, que los gobiernos autonómicos tendrán una financiación extra de 10.000 millones de euros, respetando el mismo modelo vigente.

grafico fiscal

El Gobierno considera irresponsable que el PSOE anime a sus comunidades a no respetar los objetivos de déficit

El Gobierno acaba también la legislatura con unos datos de recaudación tributaria que, según el Ministerio de Hacienda, justifican la subida de impuestos aprobada al principio del mandato y la rebaja decidida ahora. Pese a la rebaja del Impuesto sobre la Renta y el de Sociedades, los ingresos fiscales crecen en un porcentaje cercano al 7%, al mismo tiempo que el déficit del Estado cayó casi el 22% entre enero y agosto, hasta los 27.324 millones en términos de contabilidad nacional. Según los datos actualizados, la recaudación por Sociedades es la que más crece, un 20% en relación al año pasado, tomando como referencia el avance de liquidación. La evolución de los pagos a cuenta de las grandes empresas refleja un aumento de casi el 19% y la de las pymes supera este porcentaje. En el IRPF, la liquidación de 2014 sumó 72.663 millones de euros, mientras que el avance de liquidación de este año rebaja esta cifra en algo más de 1,5%. Los ingresos por IVA han subido el 6,7%.

En este contexto, en Hacienda se acentúa la importancia de la lucha contra el fraude y, en concreto, el papel desempeñado por la afloración de bienes en el extranjero, que ha permitido activar la economía teniendo en cuenta que 135.823 declarantes han enseñado un patrimonio de casi 91.000 millones de euros, de los cuales 20.770 han sido declarados por primera vez el año pasado y 14.715 en este ejercicio.

De las fortalezas de la política económica que también pueden estar en riesgo tras las elecciones del 20 de diciembre, el equipo de Montoro destaca la de unas tasas de crecimiento superiores al 3% que han posibilitado la creación de más de un millón de empleos en dos años, logro que ha sido posible sin inflación. En este periodo, España casi ha recuperado el PIB per cápita de antes de la crisis, se sitúa en 25.500 euros, tiene 17.867.000 ocupados con una tendencia ascendente que puede llegar a los 20,7 millones de la precrisis si se mantiene la reforma laboral, y ha estabilizado el endeudamiento exterior, con una considerable caída de la prima de riesgo.

Los ingresos tributarios crecen al 7% a pesar de la rebaja del Impuesto sobre la Renta

La forma en que algunos impulsos pueden perder fuerza, desde el abaratamiento del petróleo, hasta la depreciación del euro, pasando por la compra de deuda por el BCE, o la influencia que puede tener sobre España la crisis de los emergentes, son vistas en el equipo económico como circunstancias coyunturales con las que habrá que contar. “Casi siempre hemos tenido crisis internacionales de algún tipo, recordemos por ejemplo la caída de las Torres Gemelas… Lo importante es hacer bien los deberes en casa”, aseguran en el viejo palacete de la calle Alcalá, mirando con temor a lo que pueda ocurrir tras las próximas elecciones.

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