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Economía

La entrada de empresas en concurso se reduce un 32% durante 2014 por la recuperación del ladrillo

Promoción en venta en Madrid.

El cambio de tendencia que registró el mercado inmobiliario durante 2014, con repuntes en ventas tanto en nuevas promociones como en el segmento de vivienda usada, ha tenido una positiva incidencia sobre la salud empresarial española. Durante el pasado ejercicio se registraron un total de 6.658 nuevos procesos concursales, a partir de los datos publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE), recogidos por Crédito y Caución. El dato supone una caída interanual del 32% en el acumulado de 2014.

Este descenso de la concursalidad se fundamenta en la recuperación del sector de la construcción (las empresas en concurso se reducen en un 44%) y de todas aquellas actividades relacionadas con la mejoría del mundo inmobiliario. Las empresas del sector de maderas y muebles redujeron su concursalidad en un 52%; en un 46%, las de electrodomésticos; un 36%, las de instalaciones o un 33%, las firmas del sector textil.
El mayor dinamismo de la compra-venta de viviendas se apoya en la lenta recuperación económica iniciada a lo largo del pasado ejercicio. La mejoría a nivel macroeconómico, junto a los cambios en la ley concursal, además de la mayor solidez del sistema bancario, han detenido la sangría de quiebras empresariales que se situó cerca de los 10.000 procesos concursales, un dato que marcó en 2013 el máximo histórico de la concursalidad en España.

A pesar de la evolución de la economía española, los niveles de concursalidad están todavía muy lejos de los niveles previos a la crisis

Los datos de 2014 confirman una mejoría impulsada por la recuperación económica de la economía española, más intensa que la de otros mercados periféricos de la Eurozona, a pesar de esta evolución, los niveles de concursalidad están todavía muy lejos de los niveles previos a la crisis, según se desprende del seguimiento de las insolvencias judiciales en España que realiza el Área de Administración de Riesgos de Crédito y Caución. El número de empresas que entró en concurso de acreedores cayó un 24% durante el primer trimestre del año, hasta las 1.883 insolvencias. Es la primera vez que, desde 2009, se produce una caída en la actividad concursal durante el primer trimestre del año. Si se comparan los datos con el trimestre anterior el descenso es de un 14%.

Las quiebras empresariales han reflejado fielmente las condiciones económicas desde 2008, con importantes incrementos interanuales del 100% en 2008 y del 50% en 2009. Tras un descenso interanual en 2010, las quiebras volvieron a aumentar en 2011, 2012 y 2013, debido principalmente a la caída de la demanda interna y a la elevada presión general sobre la liquidez de las empresas, por sus limitadas opciones de financiación externa. Tras el descenso de 2014, la evolución de las insolvencias en 2015 dependerá de la solidez de los mecanismos que están impulsando la recuperación económica, que no son ajenos a la evolución de los mercados de nuestro entorno.

Aunque en 2015 se mantenga la tendencia de mejora iniciada hace cuatro trimestres, no parece probable que la concursalidad en España logre retornar fácilmente a los niveles anteriores a la crisis, donde lo habitual era registrar un millar de casos anuales. Los niveles de insolvencia plantearán en los próximos años muchas dificultades para la actividad comercial. Se trata de un nuevo entorno, más global y complejo, donde el aseguramiento de las operaciones comerciales es una alternativa estratégica para las empresas.

Los cambios recientes en el marco regulatorio español están impulsando el reflotamiento de empresas en crisis, pero, sin embargo, no han mejorado las expectativas de cobro de las empresas proveedoras. Tras los últimos cambios, las principales diferencias con los países de nuestro entorno se centran ya en los privilegios de los créditos públicos, significativamente más inflexibles en España, las demoras por falta de medios de la Justicia Mercantil y la cultura concursal, tendente a la liquidación y no a la reestructuración de deudas.

Los cambios en el marco regulatorio español están impulsando el reflotamiento de empresas en crisis, pero no han mejorado las expectativas de cobro de las empresas proveedoras

Cataluña, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana se mantienen, como viene siendo habitual, como los territorios con más procesos en marcha y acumulan un 21%, 17% y 12%, respectivamente, del total de la actividad. Las tres regiones alcanzan la mitad de los concursos registrados en España. Les siguen de cerca Andalucía con un 11%, País Vasco con un 7% y Galicia con un 6% del total.

La mayoría (59%) de las empresas concursadas en el primer trimestre de 2014 cuenta con un activo inferior a dos millones de euros. El peso de empresas con un activo superior a esa cifra no presenta cambios significativos respecto a 2013, excepto por una disminución relevante en el número de concursos en empresas de más de 50 millones de euros.

Por lo que se refiere a número de empleados afectados por las insolvencias, el mayor porcentaje de empresas en concurso son aquellas con una plantilla de hasta 50 empleados, el menor lo tienen las que cuentan con hasta 250 empleados, que representan solo un 4%. En cualquier caso, las cifras absolutas de empleados afectados por concursos se corresponden tan solo con una muy pequeña parte de los trabajadores que han perdido su empleo en este periodo de tiempo. En estos casos, se ha producido una bajada reseñable en el número de empleados afectados por encontrarse las empresas en concurso, situándose hasta el primer trimestre de 2014 un 35% por debajo respecto al mismo periodo de 2013, lo que supone en términos absolutos 12.832 trabajadores menos.

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