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Economía

Los Presupuestos de 2014 contemplan una rebaja del gasto en paro e intereses y una congelación de la inversión

Montoro presenta los PGE 2013 al presidente del Congreso, Jesús Posada

Los Presupuestos Generales del Estado de 2014 recogerán una rebaja del gasto en intereses de la deuda y en prestaciones por desempleo, según sostienen fuentes gubernamentales.

Por primera vez en la crisis y pese a que la deuda aumenta su tamaño a una velocidad de vértigo, el capítulo de intereses bajará desde los 38.000 millones presupuestados para 2013 hasta los 36.000 millones de euros, gracias al descenso gradual de la prima de riesgo.

El Gobierno espera que el diferencial con el coste de financiación del Estado alemán caiga aún más y se estabilice en el entorno de los 200 puntos hacia finales de año. El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció este fin de semana que la relajación de los mercados podría ahorrarle al Estado unos 5.000 millones de euros durante el 2014.

A su vez, el desembolso previsto para las ayudas a parados disminuirá, pero no tanto porque haya menos desocupados como porque se han recortado las prestaciones y más gente se quedará sin cobertura.

A la luz de los últimos datos del mercado laboral, los indicadores adelantados de producción y la mejora experimentada en Europa, el Gabinete de Rajoy entiende que el empleo puede comportarse algo mejor el año que viene y la tasa de parados podría bajar del 27,1 por ciento previsto.

No obstante, el gasto en prestaciones ya se está reduciendo. En junio, menguó un 5,5 por ciento respecto al mismo mes del año pasado; en parte porque el año pasado el Ejecutivo endureció el acceso a los subsidios para mayores de 55 años y recortó la prestación por desempleo a partir del séptimo mes del 60 al 50 por ciento de la base regulatoria; en parte porque cada vez más parados han agotado la cobertura. Así, después de haber habilitado un crédito extraordinario de unos 5.800 millones por si hacían falta para pagar el paro en los últimos meses del año, ahora se considera que estos fondos probablemente no se necesiten.

Incluso cuando 1,8 millones de hogares tienen a todos sus miembros activos en paro y 1,7 millones de parados registrados no cuentan con cobertura, los PGE incluirán un nuevo recorte sobre el que ya se hizo para este año, el cual ascendió al orden de los 5.000 millones.

Y si el año pasado el Estado transfirió recursos por valor de 35.000 millones a las entidades locales y autonomías, este año sólo consignará 31.564 millones. El gasto de todos los Ministerios disminuirá en 2014 hasta los 36.000 millones, justo lo mismo que costarán los intereses de la deuda y un poco más de lo que desembolsa al año una comunidad autónoma grande como Cataluña o Andalucía.

Por más que se meta otra vez la tijera al gasto ministerial con un tajo del 0,7 por ciento, el techo de gasto se elevará un 2,7 por ciento. Y esto se debe fundamentalmente a que el desembolso en pensiones continuará al alza.  

A pesar de que la reforma del factor de sostenibilidad puede suavizar las actualizaciones, las pensiones seguirán subiendo. En la actualidad, engordan a ritmos interanuales del 5 por ciento, debido a que los nuevos jubilados cobran más y cada vez hay mayor número.

Y pese al estado prácticamente catatónico de la actividad, por tercer año consecutivo Hacienda intentará recaudar más, esta vez empujados por un escaso repunte de la economía. Los PGE de 2014 se pueden cuadrar porque se prevén 128.159 millones de ingresos, unos 5.000 millones más que en 2013.

Para ello el Ministerio de Cristóbal Montoro no precisará tocar muchos impuestos: mantendrá los recargos del IRPF y el IBI, recalificará al alza el IVA de algunos productos y puede endurecer Sociedades para las grandes compañías tras contemplar como en lo que va de ejercicio ha perdido la mitad de la recaudación.

El Gabinete de Rajoy espera que la recuperación proceda del sector exterior conforme Europa se despereza y tira del carro. Pero al mismo tiempo no quiere lastrar aún más la demanda nacional. Así que después de haber dejado la inversión en la mínima expresión, este epígrafe no encajará más mordiscos. Y bajo la premisa de no dañar más el consumo, el Gobierno de ningún modo tocará de nuevo la paga extra de los funcionarios. Sin embargo, sí que baraja mantener la congelación de los salarios públicos, en buena medida debido a que el capítulo de pensiones de los funcionarios sigue subiendo sin freno y cancelando cualquier esfuerzo que se lleva a cabo amortizando puestos.

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