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Economía

Los Polanco siguen tirando de efectivo de sus sicav, que muestran unas cifras paupérrimas

Las célebres sicav pertenecientes a la familia Polanco, que en su día albergaron unos 400 millones de euros con dinero procedente de la salida a Bolsa de Prisa, agonizan. En 2011, tres de ellas fueron fusionadas y excluidas. Ya sólo queda una y es continuamente exprimida: ha sufrido rembolsos superiores al 20% en 2011, 2012 y 2013, este último notificado esta misma semana.

Aun así, antes de la reunificación societaria, llevada a cabo sin duda por ahorro de costes y economías de escala, también habían tenido lugar importantes rembolsos, como puede verse en la información pública de la CNMV.

Las sociedades tenían todas de nombre compartido Nomit, es decir, Timón al revés. Timón era la sociedad patrimonial constituida por Jesús Polanco y su socio Francisco Pérez González. El hijo de este último, Borja Pérez Arauna, es director de inversiones de Timón e histórico consejero y ejecutivo de Prisa.

Las otras sicav han modificado su naturaleza y dejaron de ser instrumentos de inversión colectiva, pasado sin duda a reforzar sus otras inversiones inmobiliarias o su capital riesgo (Qualitas Equity Partners). En el primer segmento, destaca su posición en Tropical Hoteles, con un proyecto como el Abama Golf&Spa Resort en Tenerife, que, según fuentes financieras, les habrá reclamado fuertes inyecciones de capital.

La única viva

La única sicav Nomit que continúa ‘viva’, gestionada desde sus primeros tiempos por el banco Urquijo (ahora, Sabadell), aunque tiene un mandato de cogestión con Abante Asesores. Curiosamente, no tiene ninguna posición en Prisa. Está presidida por Ignacio Polanco Moreno y Borja Pérez figura como consejero. 

Su patrimonio ha ido bajando de 43 a 31 millones; luego a 26... ahora, sufrirá otra caída del 21%, es decir, de unos 5 millones de euros aproximadamente. 

Prisa, en cualquier caso, parece una trituradora de altos patrimonios. En su consejo también está el valenciano grupo Noguera, que sin duda ha conocido tiempos mejores, por no hablar de los titulares del fondo Liberty, que siempre han presumido de convertir en oro todo lo que tocaban, hasta que cayeron en el grupo multimedia.

Tanto la saga de los Polanco, como los Pérez o los Noguera tienen una coincidencia: vivieron épocas de esplendor cuando vivían los ‘patriarcas’ y ahora se ven en una tesitura que no contemplaban; peleando por sacar adelante un grupo que agoniza a pesar de que llegó a ser un auténtico coloso multimedia y financiero y, por supuesto, desbancados de las primeras listas de fortunas del país. 

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