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Economía

Nacho Álvarez: “En Podemos ni estamos por salir del euro, ni a favor de hacer más sacrificios por él”

Nacho Álvarez, economista de Podemos

Nacho Álvarez (Madrid, 1977) es madrileño y tiene la suerte de seguir viviendo en Madrid, porque aunque da clases en la Universidad de Valladolid ejerce en el campus de Segovia, a media hora escasa en tren de la capital. Profesor de Economía Aplicada y uno de los economistas más influyentes de Podemos, acaba de entrar en la lista de Claro que Podemos, defendida por el equipo de Pablo Iglesias.

Es una lista donde economistas como él o Alberto Montero Soler tendrán un papel preponderante por el deseo de Iglesias de reforzar la posición económica. Quiere el politólogo dar solidez a las propuestas y no ahuyentar a los inversores con medidas como la reestructuración de deuda o la renta básica. “Precisamente uno de nuestros objetivos”, señala Álvarez, “es tratar de conseguir que el Estado no dependa tanto de los mercados de capitales para su financiación”.

De viaje académico por Portugal, Nacho Álvarez encuentra tiempo para responder por correo electrónica a las preguntas de Vozpópuli.

¿Cómo es la quita a la deuda que propone Podemos?

Lo que está proponiendo Podemos es una reestructuración de la deuda. Dicha reestructuración debe abarcar, como indica la resolución que se aprobó en la Asamblea Ciudadana, varias dimensiones: una renegociación de los tipos de interés y periodos de carencia, una ampliación de los plazos de amortización y, finalmente, quitas parciales. Cómo se concrete la renegociación de estos distintos elementos dependerá, entre otros aspectos, de las propias necesidades y la evolución de la economía española. En los próximos meses Podemos deberá ir concretando su propuesta. Eso sí: para que la reestructuración sea efectiva tiene lógicamente que producirse una reducción significativa de la deuda actual.

¿A qué se le hace la quita? ¿A la deuda pública o a la privada?

La reestructuración de la deuda –y por lo tanto la renegociación de los distintos términos de esta, incluido el principal a devolver– se plantea para ambas. En el sector privado, lo que se plantea por ejemplo es una reducción en el valor nominal de las hipotecas de primeras viviendas para aquellas familias que cumplan ciertos criterios sociales. Cuando se hayan llevado a cabo este tipo de reestructuraciones sobre la deuda hipotecaria, la capacidad adquisitiva de las familias se habrá recuperado significativamente.

“Toda la deuda española se contrajo de acuerdo a la legalidad vigente. Otra cosa es su legitimidad...”

Pablo Iglesias dijo a Jordi Évolé que se auditaría toda deuda generada por quien haya estado robando a los españoles. ¿Quiénes son los acreedores? 

Las emisiones de deuda soberana no son finalistas en nuestro país. Además, los bonos vendidos en el mercado primario son después negociados e intercambiados en el secundario, por lo que los acreedores pueden cambiar –y de hecho así sucede– a lo largo del tiempo. Por eso es necesario auditar con detalle la deuda, para identificar correctamente las condiciones, el objeto y las responsabilidades del endeudamiento español.

¿Hay deuda que se ha contraído de manera ilegal y que no se puede pagar? 

No, toda la deuda española ha sido emitida y contraída de acuerdo a la legalidad vigente. Otra cosa distinta es que la legitimidad de parte de la deuda contraída sea muy cuestionable. Pongo un ejemplo: hay deuda que ha servido para construir infraestructuras de muy dudoso impacto económico y social, como el aeropuerto de Castellón.

Al margen del carácter legítimo o ilegítimo de parte de la deuda, la cuestión de fondo es que desde el punto de vista estrictamente económico ésta supone una losa enorme sobre las posibilidades de desarrollo de nuestra economía. Por eso debe ser reducida a través de una reestructuración, para posibilitar la salida de la crisis.

Un precedente histórico interesante en este sentido es la reestructuración de la deuda alemana que tuvo lugar en el Tratado de Londres de 1953 –la más importante, por el montante negociado, que ha tenido lugar en el siglo XX–. Entonces se acordó que Alemania solo devolvería al resto de países europeos aproximadamente la mitad de la deuda contraída, y que lo haría además a partir de un determinado umbral de crecimiento de sus exportaciones. Es decir, se supeditó el pago de la deuda a la recuperación económica.

“En los años cincuenta Alemania negoció una reestructuración: solo devolvería la mitad, y supeditó el pago a su recuperación económica”

¿Es viable una renta básica?

Depende lógicamente del formato. Es perfectamente viable si se trata de de una Renta Básica de Inserción similar a la del País Vasco, por ejemplo. Pero, si se le concede la prioridad necesaria y se acompaña de una profunda reforma fiscal, también podría llegar a ser viable la Renta Básica Universal. El debate en todo caso entre un modelo u otro está sobre la mesa, no sólo en Podemos sino en buena parte de la sociedad, y responde a cuestiones de viabilidad, pero también de idoneidad y prioridad política.

Aunque en Alaska existe desde hace tres décadas una renta básica para todo ciudadano, su ejemplo no es fácilmente extrapolable a países de la OCDE, dado que dicha renta está financiada básicamente con los ingresos derivados de la explotación del petróleo. En este momento la Renta Básica Universal no existe en ningún país.

¿Cómo hará Podemos para que la gente pueda jubilarse a los 60 en un contexto europeo adverso? 

Las prestaciones por jubilación, como cualquiera de las grandes partidas de gasto social de un país, tienen una dimensión política de primer orden: recogen las prioridades de una determinada sociedad en un momento dado. Si la sociedad lo considera una prioridad, las fórmulas para su viabilidad pueden ser diversas. Adelantar la edad de jubilación a los 60 años rondaría los 15.000 millones de euros anuales, cifra que no supone ni la mitad del rescate de la UE al sistema bancario español. Así, por ejemplo, simplemente con equiparar la presión fiscal española con la media de la zona euro, la Hacienda Pública recaudaría 90.000 millones de euros más al año, lo que permitiría financiar una medida como esta.

“Alaska o el País Vasco tienen modelos de renta básica, aunque es verdad que ésta no existe en ningún país”

Muchos dicen que vivimos más tiempo y trabajamos menos. 

Todas las reformas de las pensiones en las últimas décadas han sido implementadas con esa excusa: la proporción entre el número de jubilados y trabajadores activos no deja de crecer, al tiempo que la esperanza de vida se incrementa progresivamente, lo que, supuestamente, debería traducirse en la insostenibilidad del sistema público de pensiones. Y sin embargo no es así.

Más bien lo que ha pasado es lo contrario: en 1970 la ratio entre pensionistas y trabajadores ocupados era del 15%; actualmente es del 45%. Y esto en ningún momento ha entrañado la insostenibilidad del sistema; más bien ha sido compatible con superávits de caja hasta la llegada de la crisis. La razón fundamental está en el incremento de la productividad, que permite que aumente también la ratio entre pensionistas y trabajadores ocupados sin poner en riesgo el sistema. Para ello hace falta seguir socializando las ganancias derivadas del incremento de la productividad, y no lo contrario, que es lo que hace la última reforma de las pensiones.

¿Financiaría la jubilación con impuestos?

Un sistema mixto es una posibilidad, aunque nosotros no cuestionamos el modelo actual de la Seguridad Social, que nos parece totalmente viable. En todo caso, la idea es reforzar el carácter de derecho de ciudadanía de las pensiones frente a la dimensión contributiva. Recordemos que las pensiones son financiadas mediante impuestos en diversos países de la OCDE, tal y como sucede en España con las no contributivas.

“Todas las reformas de las pensiones han sido implementadas con la excusa de la insostenibilidad del sistema. Pero éste es sostenible”

¿Teme que los mercados financieros den la espalda a España?

Uno de los objetivos de transformación económica de Podemos es precisamente impulsar la suficiencia financiera, y tratar de conseguir que el Estado no dependa tanto de los mercados de capitales para su financiación. Para ello es necesaria una reforma fiscal que incremente significativamente la progresividad sobre las rentas más altas y los grandes patrimonios.

En todo caso, si a algo temen los mercados en este momento es al escenario de deflación. Se ha observado en las últimas semanas. La política económica de Podemos plantea precisamente medidas que nos alejarían de dicho escenario.

¿Salir del euro es una posibilidad?

En Podemos hemos reiterado por activa y por pasiva que no contemplamos la salida del euro. No es ese nuestro objetivo. Ahora bien, tampoco estamos dispuestos a hacer que la población española siga cargando con el terrible coste de unos ajustes económicos que se derivan del actual diseño institucional de la Unión Económica y Monetaria. No estamos dispuestos a hacer más sacrificios por el euro. Un gobierno de Podemos impulsaría por tanto una renegociación de los Tratados fundamentales de la zona euro en coalición con los restantes países periféricos de la unión, haciendo valer para ello el peso de la economía española.

“No creo que a Podemos le falten economistas. Hay muchos profesores universitarios trabajando en el día a día”

Podemos ha sido gestado por politólogos. ¿Le faltan economistas?

No, no creo que a Podemos le falten economistas. Podemos cuenta con el trabajo desinteresado de diversos profesores de universidad: Alberto Montero, Bibiana Medialdea, Fernando Luengo... todos colaboramos día a día con la organización, actuando como portavoces. Además, otros profesores de la talla de Vicenç Navarro y Juan Torres están en este momento elaborando una propuesta económica para Podemos que resultará de mucho interés cuando se conozca.

Por otro lado, en el círculo 3E (Economía, Energía y Ecología) se agrupan decenas de economistas, entre los que se encuentran excelentes profesionales y analistas de reconocido prestigio, que se articulan en diversos grupos de trabajo temáticos.

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