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Economía

El PSOE sólo quiere que haya comité de empresa a partir de los 100 trabajadores

Pedro Sánchez, junto a Jordi Sevilla.

El Partido Socialista propondrá en su programa que el comité de empresa sólo sea obligatorio a partir de los 100 trabajadores, en lugar de los 50 que establece ahora mismo la ley.

Promovida por Jordi Sevilla, la iniciativa se encuadra dentro de un ambicioso programa de medidas diseñadas para que las empresas españolas ganen tamaño. A juicio del cerebro económico del PSOE, la escasa dimensión del tejido empresarial supone uno de los principales lastres para nuestra economía: impide la internacionalización y la innovación, dificulta el acceso al crédito y lastra la productividad y la rentabilidad. En definitiva, cuando las empresas son pequeñas suelen generar un empleo de peor calidad, resisten peor las crisis y tienden a caer más en la economía sumergida. De ahí que Sevilla pretenda eliminar todas las barreras a su crecimiento. "Después de la internacionalización de nuestras compañías, la gran revolución de la economía española debe ser que las pymes ganen tamaño", comenta allá donde va el exministro de Administraciones Públicas y actual coordinador del programa económico del PSOE.

La reforma se inspira en los hallazgos y conclusiones de un documento elaborado por BBVA y el Círculo de Empresarios. Basándose en los datos del Registro, el estudio detecta que existe una alta concentración de empresas en la horquilla entre los 45 y 50 trabajadores, y que a partir de ahí el número de sociedades desciende abruptamente. Es decir, hay un desincentivo evidente a que las empresas crezcan más allá de los 50 trabajadores.

Por eso, el informe concluye recomendando que hay que retirar esos obstáculos. En la actualidad, es obligatorio que haya un comité de empresa en cuanto se alcanza la cifra de 50 trabajadores. Para poder presentar unas cuentas abreviadas, el límite otra vez se sitúa en los 50 empleados, un activo de 4 millones o una cifra de negocio de 8 millones. Y la auditoría es obligatoria si la empresa cuenta con 50 o más asalariados, unos activos por valor de 2,85 millones de euros o una cifra de negocio de más de 5,7 millones de euros.

Además, a partir de los seis millones de euros se pasa a estar controlado por las unidades regionales de gestión de grandes empresas en vez de por la Administración territorial correspondiente, lo que muchas veces supone un engorro y multiplica las posibilidades de que haya una inspección. Demasiados escollos. Así que la idea del PSOE consiste en mover los umbrales a los 100 empleados y los 20 millones de facturación, tal y como apunta el Círculo de Empresarios.

Otra cuestión distinta es el varapalo a los sindicatos que puede suponer esta medida y la estrecha relación que mantiene el PSOE con UGT, de la que su más firme representante en el partido es ahora mismo la secretaria de políticas de empleo, Mari Luz Rodríguez. Sin embargo, esta aparente pérdida de poder sindical en realidad se compensaría de sobra, otorgando en el programa electoral un mayor peso a las centrales en los convenios sectoriales. En la práctica, se hurtaría a los comités la capacidad de negociar en favor de la organización sindical, lo que en resumen se puede interpretar como abrir al sindicato la puerta de las pequeñas y medianas empresas. Justo lo contrario de lo que, por lo general, se ha recomendado a España. Las autoridades europeas siempre han insistido en que se lleve la negociación al nivel de la empresa a fin de conseguir una mayor flexibilidad. En estos momentos, la división que existe en la formación a cuenta de las políticas económicas se antoja palpable. De hecho, la reforma laboral que ha presentado Mari Luz ha recibido muchas críticas del ala más centrada o liberal de la formación en la que se sitúa a Sevilla. "Está peleada con medio partido por estos temas", sostienen diversas fuentes.

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