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Economía

Rubalcaba no espabila y el PSOE le exige un programa económico creíble

“La diferencia entre la política económica del Gobierno y la que nosotros proponemos no se conoce, apenas hemos hecho ofertas de peso y seguimos careciendo de referencias, más allá del recuerdo de la etapa Zapatero, sin duda uno de nuestros principales lastres”, comenta un dirigente regional del PSOE que ha trasladado a Rubalcaba su preocupación por la falta de discurso de su partido sobre la superación de la crisis. El pasado diciembre, se cumplieron dos años de legislatura sin que los socialistas hayan dejado huella con alguna propuesta económica robusta y la percepción que tiene la mayoría de las federaciones, en particular la andaluza y la asturiana, es que no se ha sabido elaborar una marca de referencia que identifique al PSOE con alternativas económicas concretas. Salvando las distancias, este sentimiento conecta con el que Mariano Rajoy quiso transmitir hace dos semanas en Valladolid, cuando sugirió a Rubalcaba que se callara si no tenía nada que ofrecer.

Rubalcaba animó ayer a su grupo parlamentario a elaborar iniciativas económicas para la salida de la crisis

Ayer Rubalcaba presidió la reunión del Grupo Socialista, que juntó a diputados y senadores, y se hizo eco, con la diplomacia que le caracteriza, de este malestar. “Tenemos que esforzarnos en poner iniciativas sobre la mesa para salir de la crisis. Este es el tercer año de legislatura y tenemos que convencer de que los destrozos de la derecha no han venido para quedarse”, les dijo el líder socialista a sus parlamentarios. A pocos metros de Rubalcaba estaba sentado el diputado y exministro Ramón Jáuregui, artífice de la conferencia política en la que, precisamente, el PSOE trató de demostrar que sí trabaja con un plan alternativo al del Gobierno que podrá aplicar en cuanto recupere La Moncloa.

Los dirigentes territoriales se quejan de que el PSOE no ha dejado huella con ninguna oferta alternativa a la del Gobierno

Los ‘barones’ regionales opinan que el PSOE se ha limitado en muchos casos a ir a remolque de la política económica del Gobierno, sin plantear una estrategia alternativa solvente, más allá de hacer oír su voz en la cresta de la polémica sobre los desahucios o de criticar las consecuencias de una reforma laboral que tiene su origen, precisamente, en la que el Gobierno de Zapatero aprobó en 2011 con el abaratamiento del despido objetivo.

La bandera a la que suele aferrarse ahora Rubalcaba cada vez que tiene oportunidad de echar mano del guion envuelve una censura muy genérica al rescate financiero. Su manual incluye la reclamación de los 40.000 millones de euros ingresados en el grupo de entidades rescatadas. Ayer lo volvió a recordar en una pincelada de calibre grueso: “Los bancos tienen que devolver ese dinero”.

La elaboración de la lista europea ha generado en las filas socialistas un clima de desbandada que afecta también a su equipo económico

Las quejas de los dirigentes territoriales ante la ausencia de discurso, le pilla al PSOE en un clima de desbandada provocado por la elaboración de la candidatura europea que afecta también a su equipo económico. El exministro Valeriano Gómez no ha movido un dedo para ir de ‘número dos’ del Banco Europeo de Inversiones en sustitución de Magdalena Álvarez, pero está en todas las conversaciones de pasillo como el principal aspirante a alejarse de la política nacional, una vez que se le frustró su entrada como consejero en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. El diputado Pedro Saura ha restringido su perímetro de acción al área fiscal. Su compañero de escaño Pedro Sánchez reparte su tiempo entre las clases universitarias y su posible salto a las primarias. La única que se dedica a tiempo completo a su tarea dentro del equipo económico es Inmaculada Rodríguez-Piñero, a la que intentará reclamar para la comunidad valenciana Ximo Puig en caso de ganar las elecciones. Hay una diputada recién llegada a esta brigada, la sevillana María José Vázquez, catedrática de administración de empresas, pero según sus propios compañeros, necesitada de muchas tablas. “Tenemos un equipo muy débil y poco motivado para dar una batalla como la económica, clave para ganar las próximas elecciones”, concluye un ‘barón’ socialista de peso. 

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