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Economía

La ralentización de las potencias emergentes desluce el final de la recesión en la Unión Europea

De izquierda a derecha, los jefes de Estado de los países BRICS: Dilma Rousseff, Vladimir Putin, Manmohan Singh, Hu Jintao y Jacob Zuma.

“Cuando Estados Unidos estornuda, el resto del mundo se resfría”. Éste popular proverbio que desde hace años circula entre los economistas necesitaría una actualización, ya que son ahora los conocidos como países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) los que marcan el paso de la economía global. En los últimos años, muchas de las amenazas a las que se ha enfrentado la economía procedían de la crisis fiscal y bancaria de la Eurozona o Estados Unidos. No obstante, a medida que los problemas en los países desarrollados se han ido relajando, los inmensos caudales de capital que llegaban a las economías emergentes desde el estallido de la crisis en 2008 parecen haberse ido secando.

En su informe de perspectivas económicas a corto plazo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advierte de los nuevos desafíos a los que se enfrenta la recuperación global fruto de la ralentización de los BRICS.

"El ritmo de recuperación en las principales economías avanzadas mejoró en el segundo trimestre y se espera que este crecimiento se mantenga a un ritmo similar en el segundo semestre del año. La actividad se expande al rebufo de los buenos datos ofrecidos por América del Norte, Japón y Reino Unido, mientras que la zona Euro en su conjunto sale de la recesión", repasa el informe. "Sin embargo, en varias economías emergentes el crecimiento se ha ralentizado, especialmente en aquellas que presentan mayores déficits por cuenta corriente. Aunque el crecimiento en China parece estar fuera de toda duda tras superar las turbulencias del mercado financiero, los países que hasta ahora contribuían con fuerza al dinamismo económico han dejado de hacerlo", destaca.

Los países que hasta ahora contribuían con fuerza al dinamismo económico han dejado de hacerlo

Baja la productividad y el crecimiento se resiente

Entre los países BRICS la tendencia de crecimiento habría descendido en más de un punto porcentual en los últimos cinco años, según cálculos de la OCDE. Parte del deterioro se debería a un menor crecimiento de la productividad, consecuencia de la desaceleración de reformas económicas.

La retirada de capital por parte de los países desarrollados se inició en mayo, cuando los inversores comenzaron a prestar atención al calendario de la Fed para el desmantelamiento de sus estímulos, provocando fuerte caídas en las divisas asiáticas y un encarecimiento de los costes de devolver la deuda denominada en dólares para las compañías locales.

Entre los BRICS, India ha sido la más castigada, con una caída de la rupia de cerca del 20% frente al dólar desde mayo. El consecuente encarecimiento de las importaciones ha acelerado la inflación. A principios de septiembre, el país anunció su tercer trimestre consecutivo de crecimiento inferior al 5%, lo que aumentó la preocupación de las autoridades indias, que tienen dificultades para estabilizar la divisa y restaurar la confianza de los inversionistas en la economía del país.

Dilema para los bancos centrales

De los BRICS, India ha sido la más castigada, con una caída de la rupia de cerca del 20% frente al dólar

La OCDE advierte de que la volatilidad en los mercados financieros podría intensificarse, comprometiendo el crecimiento económico y dificultando la tarea de los bancos centrales. "Las salidas de capital suponen un dilema complicado para los bancos centrales a la hora de rebajar los tipos de interés, especialmente en un momento en que sus divisas se están depreciando con fuerza", explica el informe. Y es que, el organismo considera que los altos niveles de endeudamiento acumulados en los últimos años "incrementan la vulnerabilidad a las conmociones financieras".

Previsión de crecimiento del PIB en las principales economías

El informe anticipa que aún es demasiado pronto para que los bancos centrales de los países desarrollados acaben con sus políticas monetarias de relajación, a pesar del repunte en el crecimiento. No en vano, para Estados Unidos, la OCDE estima que el crecimiento aumentará un 2,7% anualizado en el último trimestre de 2013 desde el 2,5% del segundo trimestre. Japón, por su parte, registrará un crecimiento del 2,4%; mientras que Francia y Alemania, los dos motores económicos de la eurozona, crecerán un 2,4% y 1,6% respectivamente a finales de año.

"Hay que apoyar la demanda, emplear medidas monetarias no convencionales y asegurar que la recuperación no descarrila", concluye el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan.

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