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Economía

Nueva fecha para el Pacto de Toledo: presentará sus recomendaciones en junio

Fátima Báñez.

La Comisión del Pacto de Toledo echó a andar el pasado noviembre con un propósito claro: cerrar unas nuevas recomendaciones para la reforma del sistema de pensiones antes de primavera para poder enviárselas al Gobierno. Esa fecha ya es historia. Los tiempos han superado por completo a los grupos, que han decidido empezar a trabajar con una nueva fecha que, en principio, parece más posible, pero que tampoco está garantizada: junio. 

Según los cálculos de la propia Comisión, los expertos seguirán desfilando por el Congreso unas semanas más, hasta principios de marzo. De hecho, este miércoles acude el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, que también aportará su visión particular sobre el sistema de pensiones. Posiblemente repase algunas de las propuestas que hace solo unas semanas el supervisor publicó en su página web.

Y algunos miembros de la Comisión quieren llamar a nuevos expertos ante la importancia que están adquiriendo algunos temas en el debate, como el de las cuentas nocionales, una posibilidad que han planteado varios de los que han pasado estos meses por el Congreso y que gusta a algunos grupos de la Cámara. Y cuando los expertos acaben, previsiblemente en marzo, empezarán las negociaciones sobre las recomendaciones.

En otras reformas los trabajos del Pacto de Toledo se han alargado más de un año

Aunque la nueva fecha de junio es con la que van a trabajar los grupos políticos en los próximos meses, es probable que finalmente acabe también superada. En las últimas reformas, que también se han hecho bajo el amparo del Pacto de Toledo, los trabajos se han alargado durante más de un año. Lo que está claro es que, como muy pronto, no habrá sugerencias hasta junio. 

En paralelo, el Gobierno negocia con los agentes sociales. De hecho, algunos expertos en pensiones están cargando el peso de la reforma en esta negociación. Dicen que la pelea está en la naturaleza de los partidos políticos y que deben ser el Gobierno y los sindicatos los que lleguen a acuerdos que permitan avanzar firmemente en la reforma de las pensiones.

Hasta ahora, coinciden en la necesidad de convertir algunas de las actuales reducciones de las cotizaciones, como las tarifas planas, en bonificaciones para que se financien vía Presupuestos. Y el Gobierno se ha comprometido también a hacer una revisión completa de todas las bonificaciones con vistas a eliminar algunas de las que no funcionan y ayudar así a tapar el agujero de las pensiones.

Destope y cotización de autónomos

También está dispuesto a hablar del destope de las bases máximas de cotización, que posiblemente iría acompañado del destope de la pensión máxima. De hecho, el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, que participó este martes en unas jornadas organizadas por el periódico Cinco Días sobre pensiones, dijo que veía espacio para llegar a acuerdos con los sindicatos en este campo.

Y también quiere estudiar cambios en la cotización de los autónomos para igualar aportaciones y prestaciones de los dos grandes regímenes del sistema (el general y el de los autónomos). Lo cierto es que todas estas medidas pueden conseguir el apoyo de los grupos en el Parlamento y ayudar a tapar el agujero de la Seguridad Social en el corto plazo, pero no supondrán una verdadera reforma del sistema. 

Y eso es precisamente lo que quieren la mayoría de los expertos. Muchos reclaman una transformación profunda capaz de garantizar la viabilidad sin necesidad de volver a plantear cambios en los próximos años, a pesar del problema demográfico que se avecina. El modelo sueco, que recoge el sistema de cuentas nocionales que tanta fuerza está ganando en el debate, es uno de los sistemas que se suelen poner como ejemplo para España. Decirlo parece fácil, pero llevarlo a cabo ya es otra cosa.

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