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Economía

Multa récord: BNP Paribas pagará casi 6.500 millones por saltarse sanciones de EEUU

Fotografía de archivo que muestra a varios peatones caminando junto a una sucursal del banco francés BNP Paribas en París

El banco francés BNP Paribas ha acordado pagar 8.830 millones de dólares (unos 6.500 millones de euros) a Estados Unidos al declararse culpable de dos acusaciones por violar las sanciones económicas de este país, según han informad este martes las autoridades estadounidenses, citadas por la agencia Efe.

"Entre 2004 y 2012, BNP se dedicó a llevar a cabo una trama compleja y profunda para mover ilegalmente miles de millones de dólares a través del sistema financiero de Estados Unidos", dijo el fiscal general, Eric Holder, en una conferencia de prensa.

A través del acuerdo, BNP aceptó su culpabilidad en dos acusaciones criminales por haber eludido la prohibición de realizar operaciones financieras con países sujetos a sanciones comerciales estadounidenses como Cuba, Irán y Sudán. Además de la multa, el banco francés aceptó como sanción no poder realizar a partir de 2015, y durante un año, ciertas transacciones financieras en dólares.

Las autoridades federales consideran que el banco ocultó transacciones por valor de unos 30.000 millones de dólares que violaban las sanciones económicas de Washington, la mayoría de ellas contra Sudán y por operaciones relacionadas con el petróleo. Con sus acciones, BNP Paribas "deliberada y repetidamente violó las sanciones estadounidenses existentes" contra los mencionados países, subrayó Holder, quien agregó que esperaba que este caso sirva para advertir a otras instituciones.

Multa récord

"Simplemente no vamos a tolerar conductas ilegales", agregó el fiscal general estadounidense. Esta es la mayor multas impuesta a un banco en los Estados Unidos que deja corta la sanción de casi 2.600 millones de dólares impuesta al banco suizo Credit Suisse por ayudar a acaudalados contribuyentes estadounidenses a evadir el pago de impuestos.

 BNP aceptó su culpabilidad por haber eludido la prohibición de realizar operaciones financieras con países como Cuba, Irán y Sudán

El acuerdo de asunción de culpabilidad incluye también el compromiso de BNP de despedir o no volver a contratar a trece empleados del banco relacionados con las transacciones objeto de las demandas, según las autoridades estadounidenses.

Un abogado de BNP ha formalizado el acuerdo en una comparecencia ante un tribunal de Manhattan, donde presentó los documentos en los que el mayor banco de Francia reconoció haber incurrido en los delitos de falsificación de documentos financieros y conspiración, al saltarse los embargos contra países como Sudán, Irán o Cuba.

Esta es la conclusión de un caso que llevó una larga investigación liderada por el Departamento de Justicia estadounidense seguida por meses de negociaciones con BNP. BNP es el séptimo banco que acepta una sanción por violar el régimen de sanciones estadounidenses a algún país, pero el primero que se declara culpable.

La insistencia de las autoridades estadounidenses en que BNP se declarara culpable y en que la sanción fuera tan elevada se debe a que las acciones ilegales (procesar operaciones con esos países a través de sus oficinas en Nueva York y dentro del sistema financiero estadounidense) se extendieron durante al menos once años.

Buscaron una multa superior a 10.000 millones

Inicialmente, las autoridades habían buscado una multa de más de 10.000 millones de dólares, debido al importante volumen de transacciones implicadas y lo prolongado del caso (al menos desde 2002 y hasta 2012).

El acuerdo de asunción de culpabilidad incluye también el compromiso de BNP de despedir o no volver a contratar a trece empleados 

Cuando se especulaba con una cantidad de ese volumen, a comienzos de junio, el presidente de Francia, François Hollande, pidió a la Justicia de EE.UU. que tuviera ciertas "proporciones y consideraciones" al calcular la sanción. Este asunto, además, fue objeto de las conversaciones entre Hollande y el presidente estadounidense, Barak Obama, durante las reuniones paralelas a la cumbre del G7 celebrada el mes pasado en Bruselas.

"En cuanto al tema de los bancos, la tradición de EE.UU. es que el presidente no se mete en los casos de la Justicia. No llamo al fiscal general y no le llamo para ningún caso, no presiono para que haya un acuerdo. Son decisiones independientes del Departamento de Justicia", había advertido previamente, no obstante, Obama.

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