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Economía

Interior renueva a Caixabank como el banco de la Policía tras el 9N

Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior.

El desafío soberanista de Artur Mas, acrecentado tras el simulacro de referéndum del pasado 9N, no ha influido para que el Ministerio del Interior siga confiando en Caixabank, como el banco que gestionará los fondos de la Policía. La entidad catalana, que no tendrá más remedio que trasladar su sede social fuera de Cataluña en caso de independencia, ha sido la ganadora del concurso público mediante el que Interior ofertó la gestión de tesorería para las cuatro cuentas corrientes con las que la Policía mueve la mayor parte de su presupuesto. Interior sólo recibió otra propuesta más para este concurso.

El contrato supondrá para Caixabank mantener, o incluso incrementar, su cuota de nóminas policiales (en toda España, la plantilla está compuesta por 85.000 efectivos) y sostener los ingresos en comisiones a través de los 2.100 millones en movimientos que efectúa anualmente la Policía. La entidad catalana continuará gestionando los depósitos de "provisión de fondos a justificar", "anticipo de caja fija", "pago de haberes" y la "cuenta restringida de ingresos", algunas de las cuales tienen saldos medios mensuales por encima de los 11 millones de euros y realizan movimientos de hasta 262 millones en sólo treinta días.

Desde el pasado ejercicio, Caixabank viene gestionando los fondos de la Policía aunque en convocatorias anteriores lo lograron las desaparecidas Caja Postal, Argentaria y Caja Madrid, además de Bankia. El contrato logrado es por un año.

La cuenta que más dinero mueve es, con diferencia, la que la Dirección General utiliza para pagar las 85.000 nóminas de sus agentes y personal laboral. Cada mes recibe ingresos que rondan los 155 millones de euros (en los meses de pagas extras es casi del doble) que, inmediatamente, son transferidos a los depósitos de los trabajadores. No obstante, sus saldos suelen situarse alrededor de los 3 millones de euros, aunque a finales del año pasado llegó a acumular hasta 40 millones. En total, en 2013 pasaron por la misma la friolera de 2.084 millones de euros. Una importante actividad por la que la entidad adjudicataria no podrá "exigir ni descontar cantidad alguna a los perceptores ni a la Administración".

Las otras tres cuentas son mucho más modestas, aunque una de ellas también registra cifras millonarias. Se trata de la cuenta de provisión de fondos 'Caja Fija', que a los largo de los últimos doce meses movió más de 34 millones de euros. En ella se ingresan por término medio 2,5 millones de euros mensuales y mantiene unos saldos que rondan siempre los 7 millones de euros, aunque en algunos casos llegó a ser de 11 millones de euros a comienzos del año pasado. Saldos sensiblemente inferiores tienen las otras dos. Por la de 'pagos a justificar' pasaron 1,7 millones de euros durante 2013 y su saldo nunca fue superior a los 350.000 euros. Por la 'restringida de ingresos' apenas circularon 344.000 euros y en algunos momentos su saldo no llegó a los 2.000 euros. Ésta es utilizada únicamente para ingresar los fondos que la Policía obtiene de la venta de material en desuso y que posteriormente son traspasados al Tesoro Público.

Ni gastos ni comisiones

Para aspirar a la gestión de todas ellas, la Dirección General de la Policía fijó unas "condiciones necesarias" para las entidades interesadas en hacerse con la misma. La primera de ellas, "la inexistencia de cualquier tipo de gasto y/o comisión" ya que el coste para las arcas públicas de dicho contrato debe ser '0'. Además, los bancos deben tener una cobertura de oficinas en las localidades en las que la Policía posee sus 72 "cajas pagadoras" o, en su defecto, un sistema para trasladar a las mismas los fondos que reclamen éstas. Además, las sucursales situadas en estos municipios deberán tener capacidad para efectuar operaciones en el acto de cambio de las divisas más usuales "hasta el contravalor de 1.500 euros, comprometiéndose para operaciones superiores a proporcionar el cambio en la divisa y cuantía necesaria en un plazo no superior a dos días hábiles".

La entidad adjudicataria deberá también abrir dos sucursales para uso exclusivo de la Policía. Una en el llamado Complejo Policial de Canillas, en Madrid, donde se sitúan los servicios centrales del Cuerpo. La segunda, en la sede de la Escuela Nacional de Policía, en Ávila. En la primera, el equipo de Cosidó exige que haya al menos dos trabajadores, "salvo en la época estival", con el horario habitual de las oficinas bancarias abiertas al público en general y, además, dos cajeros automáticos. En la de la Academia estas exigencias se reducen a un empleado y a un único expendedor de billetes.

Además, Caixabank deberá dar servicio de "clientes preferentes" a aquellos policías que domicilien la nómina en la misma. "Estará exento de cualquier tipo de gasto, comisión, mantenimiento, administración u otro de la misma naturaleza en cualquier operación (transferencia, cheques, retirada de efectivo, correspondencia y otras similares) que realice en dicha entidad, como asimismo, en la solicitud y utilización de cualquier tipo de tarjeta sea de crédito o no", señala textualmente el pliego de condiciones al que tuvo acceso este diario en julio pasado.

En el mismo se añadía que la entidad remitirá periódicamente a los responsables financieros de la Policía un listado de las prestaciones que ofrezca a los agentes "para su difusión entre el colectivo". "Muchos nos cambiamos de banco, porque además recibes la nómina un día antes", coinciden en señalar algunos de los agentes consultados. Es, de hecho, el gran atractivo del contrato: una bolsa de nada menos que 85.000 potenciales clientes.

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